El natural desgaste del poder, sumada a la corrupción real generada por tantos años en el gobierno y el enfrentamiento con muchos medios de comunicación, lo llevaron a perder las elecciones presidenciales. Así comenzó la crisis en el partido. Si el PRI quiere buscar modelos externos que le puedan ayudar a sortear la grave crisis interna en la que se encuentra tendría que observarse en el espejo del socialismo español. Dada la semejanza del PSOE con el PRI y del PP con el PAN también se podrían tomar algunas enseñanzas: las posiciones más confrontadas en el partido, las que representaban Bono, Fernández y Díez, fueron derrotadas por la que mostró mayor moderación hacia dentro y hacia fuera.