La grabación de la plática telefónica sostenida entre Adriana y Raúl Salinas transmitida por Televisa, no se realizó desde Alomoloyita. El contenido de la misma es tan contundente y pone en problemas a Raúl y Carlos Salinas, ese es un pecado menor respecto a la magnitud de la autoincriminación. Lo que dice Raúl es que los fondos por los que se le acusa de enriquecimiento ilícito fueron autorizados por su hermano y que los documentos falsos los obtuvo con autorización presidencial. Pocos analistas somos de los que pensamos que ni Carlos ni Raúl ordenaron los asesinatos de Colosio y José Francisco Ruiz Massieu.