La de ayer debe haber sido la más dura jornada para Vicente Fox desde que asumió el poder. El presidente Fox recibió demandas, rechiflas, alguna agresión y escucho muchos gritos que en ocasiones no le permitieron avanzar en su discurso. Vicente Fox ha demostrado que sabe aguantar, perdió en algunos momentos la pose, aunque no el estilo, y pudo comprobar, en forma directa, lo difícil que será para esta administración sacar adelante buena parte de su proyecto de gobierno.