Es preocupante lo que está sucediendo en la Secodam o mejor dicho en torno a la labor de la Contraloría. Existe el interés de convertir a Francisco Barrio en un zar anticorrupción, sino también en una suerte de fiscal, encargado de ajustar cuentas con el pasado, utilizando las investigaciones que lógicamente tiene que realizar esa secretaría como arma política y de publicidad. Recordemos que hace seis años, ese mismo mote se colocó sobre los hombros de Pablo Chapa Bezanilla y ha sido considerado uno de los peores periodos de procuración de justicia en nuestro país.