La zona fronteriza entre Morelos y Guerrero se ha convertido en una zona abierta para el crimen organizado, el narcotráfico y la industria del secuestro. La situación en los dos estados, es cada día más difícil y la inseguridad crece en forma geométrica. El último hecho espectacular ha sido el secuestro del padre del senador priísta Héctor Vicario Castrejón.