Miguel Angel Granados Chapa lo calificó, con bastante acierto, como una suerte de anatocismo al revés. Se trata del caso que ha sustentado la señora Celia Reyes viuda de Nieto contra el que fuera banco del Atlántico, ahora a punto de ser plenamente absorbido por Bital. Un caso sencillo pero, sin duda, espectacular. En los primeros meses de 1988, los señores Nieto hicieron dos depósitos en el banco del Atlántico por 60 millones de pesos con renovación automática y capitalización de intereses, por alguna razón decidió no cobrar esos depósitos, hasta que diez años más tarde, la señora Nieto se presento a cobrarlos. La cifra que reclamaba, para entonces, estaba cerca de los 300 mil millones de pesos.