El sábado Juan Pablo II se refirió extensamente a la situación que se vive en México, poniendo enfásis en los temas indígenas, en los económicos y sociales. Pidió a los políticos mexicanos que sean responsables en la implementación de su política económica, revalorar la situación de los indígenas, condenó la globalización, y agregó que es indispensable mejorar progresivamente las condiciones de vida de los más pobres, tratando de garantizar medidas justas para todos.