Ayer aparecieron muertos, torturados y encobijados, dentro de una camioneta los hermanos Jesús, Miguel Angel y Marco Antonio Carrola, tres ex miembros de la policía judicial federal. Jesús, designado comandante de la policía judicial del DF por Cuauhtémoc Cárdenas en diciembre de 1997. Un nombramiento efímero: ya que apenas quince días después se demostró la relación de Carrola con el narcotráfico y particularmente con el cártel de los Arellano Félix, por lo que debió presentar su renuncia. Unos días antes, el sábado en la mañana fue asesinado en Tlalnepantla, Guillermo Murrieta López, hombre de confianza de Carrola, y ex director operativo de la policía judicial del D.F.