En un hecho inédito en la historia de las Naciones Unidas, el gobierno estadounidense quedó fuera de dos de las principales instancias del Consejo Económico y Social de la ONU: la Comisión de Derechos Humanos y la Junta Internacional de Control de Drogas. El voto más doloroso para la administración Bush fue el de la Comisión de Derechos Humanos, de la que era miembro desde su fundación, en 1947.