El lunes pasado , se descubrió que funcionarios de la agencia 30 del ministerio público, incluyendo la titular, Rosa María Díaz Beltrán, habían desaparecido y con ellos se habían llevado parte del expediente sobre el asesinato de los hermanos Carrola. Ayer, en una acción tan confusa como su fuga, esos funcionarios decidieron entregarse y nadie sabe que paso con las pruebas robadas ni con el expediente.