Dentro de exactamente una semana, Vicente Fox celebrará el primer aniversario del triunfo electoral que acabó con 71 años de priísmo. Paradójicamente, para ese aniversario, el presidente Fox deberá tomar medidas que le demuestren a la gente y a sus propios correligionarios y simpatizantes, que tiene el control de su agenda, de su equipo y de la gobernabilidad del país, los tres aspectos centrales que se encuentran cuestionados en estos días, cuando la luna de miel con la sociedad parece haber ya concluido.