El lunes pasado, se dio un encuentro que en el pasado hubiera sido poco menos que impensable, por lo menos que se hubiera dado en forma pública: el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes Fernández visitó el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional, que dirige Eduardo Molina Mora, para conocer esa institución y saber de los archivos con los que ella cuenta, sobre todo los de los periodos de la llamada guerra sucia.