El atentado del martes es un llamado de atención para la seguridad nacional y la diplomacia mexicana. El gobierno mexicano estableció medidas específicas de seguridad y coordinación desde la misma mañana del martes, cuando se produjo el atentado terrorista en Nueva York y Washington. Se establecieron varias área de coordinación y trabajo que demuestran con claridad la preocupación actual de la administración Fox tanto en términos de seguridad como de la relación con los propios Estados Unidos.