Aunque ciertos analistas lo veían entre moribundo y condenado a una inevitable división, en el PRI la disciplina y el interés de mantenerse unidos eran mayores de lo que aparentaban y que existía la posibilidad de que las principales cabezas del priísmo pudieran llegar a un acuerdo interno. Después de la respuesta que dio Beatriz Paredes en el primer informe de gobierno del presidente Fox, el PRI parece haber comenzado a encontrarle el tono y las posibilidades a su papel como principal fuerza opositora.