Finalmente el gobierno Bush promulgó la ley antiterrorista que había enviado al congreso inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre. La Unión Americana requerirá de nuevos instrumentos para hacer frente a las múltiples amenazas que se cernían sobre ella, llegó la ola de envíos de antrax, el temor a la guerra bactereológica, lo que provocó una imparable paranoia.