Cinco connotados defensores de derechos humanos han sido amenazados con ser asesinados si el propio gobierno no pagaba una suerte de rescate. El escritor Germán Dehesa recibió una carta con similares amenazas a la de los defensores de derechos humanos. Existe un marcado interés por intimidar a estas y otras personalidades independientes, pero también por desestabilizar, por intimidar, por generar confusión y llevar a profundizar la división de las fuerzas de seguridad del Estado.