Comenzó la asamblea nacional del PRI y lo hizo sin mayores sorpresas. Hubo turbulencias, algunos discursos encendidos, reclamos, desahogos naturales y artificiales, las cosas transcurrido con notable tersura para un partido que, por primera vez se reune despúes de perder el poder que detentó durante 71 años. El priísmo se ha mostrado más moderno de lo que parece ser y sus dirigentes han sabido moverse con bastante certidumbre.