Los tres principales partidos del país tendrán que renovar su dirigencia nacional en el primer trimestre del 2002. Y en los tres, en el PRI, el PAN y el PRD, no sólo la situación interna es difícil y compleja sino que, además, se ha planteado una suerte de alternativa entre dialoguistas y duros que determinará, en mucho, el futuro de la relación de la administración Fox con los partidos políticos, por lo menos hasta que la elección del 2003 ajuste cuentas con todos ellos.