El servico de Inmigración y naturalización de los Estados Unidos desmanteló la mayor red de tráfico de migrantes detectada en ese país. Una organización con sede en Los Angeles, mediante la cual se transportaban hasta 300 inmigrantes ilegales al día. La operación denominada La Gran Cuenca, permitió la caputa de unas 40 personas, la mayoría de ellos, de origen mexicano.