La sucesión en los mandos de los tres principales partidos del país, el PAN, el PRI y el PRD no tendrían porqué ser de la incumbencia del gobierno federal ni preocupar a la administración Fox. Lo que suceda en las próximas semanas dependerá, en mucho el tipo de relación que podrá establecer o no el gobierno con el propio partido que lo llevo al poder con sus principales opositores.