Es verdad que el proceso de selección interna del PAN para designar a su nueva dirigencia resultó civilizado, eficiente y poco costoso, en términos económicos y políticos. Es más, siendo estrictos, por esta vez debemos estar de acuerdo con Humberto Roque, que dijo ese tendría que ser el sistema idóneo para que un partido elija a sus dirigentes, y así lo hacen prácticamente todos los partidos importantes en el mundo. Eso aleja a los panistas de procesos tan controvertidos como el que llevó a Roberto Madrazo a la presidencia del PRI o el que definirá, el domingo, si será Rosario Robles o Jesús Ortega quien encabezará en los próximos años al PRD.