Mientras en el PRD se ahonda la posibilidad de una grave crisis interna derivada de las innumerables irregularidades detectadas en la elección interna del pasado domingo. Varias de las fuerzas emergentes están apostando buena parte de su futuro a los desprendimientos que pudieran darse en el PRI y el PRD. Hasta ahora, el PRI ha logrado, librar la situación sin rupturas significativas: la salida de Jaime Martínes Veloz era ya cuestión de tiempo, la renuncia de Gonzalo Martínez Corvala parece no ser una consecuencia de la elección priísta. La situación en el PRD parece ser más compleja.