Pasará aún otra semana antes que Rosario Robles asuma, la presidencia nacional del PRD, lo hará cuando no están definidos ni quién será el secretario general o el Comité Ejecutivo, ni el Consejo Nacional, ni cómo estarán los militantes representados en el Congreso del partido. La incertidumbre es mayor: en por lo menos seis estados las elecciones han sido anuladas, en otros tantos han sido duramente cuestionadas, las elecciones de comités de base y mandos intermedios prácticamente tendrán que repetirse.