El éxito o no de las operaciones de seguridad contra las distintas manifestaciones del crimen organizado puede medirse en detenciones, aseguramientos, golpes reales a las distintas mafias, pero la verdadera medida sobre si se han afectado o no sus intereses suele establecerse de una forma más brutal por esos mismos grupos del crimen organizado, particularmente sobre miembros de los cuerpos de seguridad y justicia cuando se consideran que han sido traicionados o se ha afectado sus intereses.