Los movimientos sindicales, los paros y huelga que afectan los servicios que ofrecen a la sociedad, suelen distar de ser populares, más aún cuando sus causas no terminan de ser demasiado claras. Eso ocurre con el paro que han iniciado los trabajadores afiliados al sindicato del gobierno del Distrito Federal. Lo que llama la atención es cómo, la mayoría de estas demandas no redundan, si finalmente se obtienen, en beneficio de los trabajadores del Distrito Federal, sino del sindicato , sus líderes y sus grupos internos de poder.