En México el presidencialismo metaconstitucional ya no es un factor relevante en la política. El presidente y el Congreso están aprendiendo a jugar sus nuevos papeles. Falta aún asumir que se trata de un poder y una responsabilidad compartidos por ambos actores. Por eso en la reunión del miércoles entre el presidente Fox, la dirigencia del PAN y la del PRI es importante: ha concluido el periodo de ajuste y debe comenzar una etapa de acuerdos y establecimiento de políticas concretas, específicas, entre el Ejecutivo y el Legislativo.