Los gobernadores del PRI y del PRD tiene, la razón, se requieren mayores recursos fiscales para los estados y el gobierno federal no debería hacer los recortes sobre las participaciones que a ellos les corresponden, sobre su propio gasto, o en todo caso tendrían que ser recortes consensados o autorizados por el congreso. Los gobernadores del PRI y del PRD también se equivocan, en no asumir que deben participar del esfuerzo fiscal.