Una de las cosas que más molestan, que mayores costos generan en nuestra vida política es la casi total ausencia de memoria histórica de nuestros políticos. Creen que con una simple declaración, diciendo lo contrario de lo que dijeron e hicieron antes, todo se enmienda y el pasado se olvida. No recuerdan que existen hemerotecas e internet y que sus hechos los persiguen como hombres y mujeres públicos que son.