Una de las pocas personas a las que Fidel Castro escucha es al escritor Gabriel García Márquez. Pero el caso de Fidel ese otoño se está convirtiendo en un invierno de magnitudes bíblicas. No hay ningún indicio serio de que Cuba sea uno de los objetivos de corto o mediano plazo en la tristemente célebre guerra antiterrorista de George Bush, pero pareciera que Castro quiere provocar que Estados Unidos fije su vista en la isla con una serie de desafíos a la comunidad internacional.