Tan adelantados están los tiempos electorales que ya pocos tienen interés en saber qué ocurrirá el próximo seis de julio durante las elecciones federales en las que se renovará, entre otros órganos estatales y del DF, la cámara de diputados. La mayor parte de las fuerzas políticas saben que la correlación de fuerzas entre los partidos no tendrá modificaciones dramáticas en los comicios de julio. Y entonces están ya trabajando para la próxima elección presidencial, la del 2006.