Nos aseguran que las filtraciones sobre la investigación que está sufriendo el cardenal de Guadalajara , Juan Sandoval Iñiguez, no salieron de los más altos niveles de la PGR, sino de los propios sectores cercanos al cardenal. El eslabón que ha derribado toda la estructura es el del caso del empresario José María Guardía, socio y aliado del cardenal
Nos aseguran que las filtraciones sobre la investigación que está sufriendo el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, no salieron de los más altos niveles de la PGR, sino al contrario: provino de los propios sectores cercanos al cardenal que ven cómo se está deteriorando aceleradamente toda la estructura de protección que se había construido con la excusa del caso Posadas y quieren impedir que esas investigaciones, al difundirlas, puedan avanzar.
El eslabón que ha derribado toda la estructura es el caso del empresario José María Guardia, socio y aliado del cardenal, que ha puesto al descubierto una serie de relaciones que deben tener profundamente preocupado al episcopado mexicano, porque este caso, esta investigación, si las autoridades están decididas de llegar hasta el final, puede ser de altísimo riesgo político para muchos de los principales personajes de la vida del país.
¿Por qué se están solicitando las cuentas no sólo de Sandoval Iñiguez y de sus familiares sino también de varios otros obispos, incluyendo algunos que han fallecido?. Porque el tema de las narcolimosnas se remonta a aquellos años. Como lo documentó el viernes en Milenio Diario, Julián Andrade, existen testimonios y pruebas de numerosas obras realizadas para la iglesia católica (también, aunque en mucha menor medida, para otros cultos o para algunos no reconocidos oficialmente como el de Jesús Malverde) por distinguidos narcotraficantes. Rafael Aguilar Guajardo fue prolífico en esos apoyos. También Amado Carrillo Fuentes, y sobre todo los Arellano Félix, que combinaron su fervor religioso y sus aportes para la construcción de iglesias y seminarios, con su inhumanidad a la hora de deshacerse de sus adversarios. El más lujoso de los seminarios de la iglesia católica en México, el de Tijuana, es un secreto a voces que fue financiado por los Arellano y el hombre que participó en la administración de esa magna obra, es el mismo padre Gerardo Montaño que intentó construir una coartada para demostrar que los Arellano no estuvieron en Guadalajara el día del asesinado del cardenal Posadas, llegando incluso a falsificar testimonios y documentos oficiales de la iglesia. Es el mismo padre Montaño que llevó a los Arellano Félix a reunirse en dos ocasiones con el entonces nuncio apostólico, Girolamo Prigione. El padre Montaño, a pesar de los evidentes delitos que cometió, nunca ha sido molestado y sigue recibiendo todo el apoyo de la jerarquía eclesiástica.
En declaraciones a los medios, el domingo, el arzobispo de Mérida, Emilio Berlié asegura que el cardenal Posadas tiene todo su apoyo y que "metería las manos en el fuego por él". Casualmente Berlié fue el obispo de Tijuana hasta 1995, sucedió en el cargo al propio cardenal Posadas, durante el periodo de auge de los Arellano Félix y la construcción del famoso seminario. Pero, la pregunta es cómo se podría manejar ese dinero que llega en forma ilegítima a sectores de la iglesia católica. Seguramente de muchas formas, y una de ellas es, sin duda, el juego. Y ahí es donde entra a jugar su papel José María Guardia: lo dice con toda claridad en la entrevista que concedió a Milenio Semanal, a los reporteros Armando Velez y Alberto Ponce de León, y que fue, para él, el principio del fin.
Allí dice que la iglesia "presta dinero a propietarios de casinos" lo que equivale a que la iglesia "apoya o financia", dijo, la industria del juego. La fe, dijo Guardia, no es incompatible con las apuestas. "La iglesia católica maneja a través del Banco del Vaticano , por medio del banco y financieras en Suiza, 49 casinos y 16 barcos casino. El Vaticano reconoce en los casinos, de 1950 en adelante, como lugares que son un negocio, un comercio como ir a un restaurante de lujo,a una variedad, como ir a Brodway". El propio Guardia reconoce que por su vieja relación de amistad con Fernando Gutiérrez Barrios, el entonces secretario de Gobernación le ofreció, como un regalo, la concesión para operar el hipódromo-galgódromo en Ciudad Juárez. Luego consiguió permisos para operar books, casas de apuesta, de las que tenía seis en todo el país. Algunos de esos permisos se renovaron precisamente en los días en que Francisco Labastida Ochoa estaba dejando la secretaría de Gobernación para ser precandidato presidencial del PRI y todavía no había sido designado en su lugar Diódoro Carrasco: en esa semana de vacío, alguien ayudó a que Guardia pudiera renovar sus permisos.
Pero la suerte acabó para Guardia desde hace varios meses: como comentamos ampliamente en razones del domingo, el día de ayer, Guardia estaba en graves conflictos desde abril del 2002, porque estaba operando sin permisos sus casas de apuestas y máquinas tragamonedas. Tiene una deuda fiscal de 173 millones de pesos con el Sistema de Administración Tributaria, le debe 24 millones de pesos al IMSS y 790 mil pesos al Infonavit. Con la propia secretaría de Gobernación tiene adeudos por 6 millones y medio de pesos.
Si se cotejan las fechas, se verá que los problemas de Guardia, abril del 2002, comenzaron poco antes de que se reiniciara la ofensiva del propio Guardia y del cardenal Sandoval Iñiguez y de la entonces subprocuradora María de la Luz Lima Malvido, en torno al caso del cardenal Posadas. Una investigación en cuyas conclusiones han coincidido todos los procuradores desde 1993 hasta la fecha, incluyendo el panista Antonio Lozano Gracia y el actual, el general Rafael Macedo de la Concha. Pareciera, es sólo una hipótesis, que para distraer los graves problemas que se comenzaban a presentar para ese grupo por el origen de sus dineros y sus casas de apuestas, se comenzó a construir una cortina de humo reviviendo el caso Posadas, y como sucede ahora cuando se están investigando las cuentas del cardenal Sandoval Iñiguez y de muchos oros personajes ligados a este grupo, se argumenta que en realidad, esa investigación tiene como objeto impedir que sigan avanzando en "esclarecer" el caso Posadas. Es lo mismo que, de otra forma, intentó el propio Guardia con su entrevista con Milenio Semanal: atribuir todos sus males y la clausura de sus casas de juego, no al fraude y adeudo fiscal, a que trabajaban sin permisos o a las propias investigaciones en curso sobre lavado de dinero en su contra, sino a una "venganza" por haber dado una entrevista donde se refería despectivamente de varios funcionarios de alto nivel y del sistema político en general. Luego intentó argumentar que la entrevista no existía. Su único problema es que está grabada y se puede escuchar en internet.
Quedan muchos otros hilos por jalar: uno de ellos, de los más importantes, es el tipo de protección que se ha intentado establecer para la ex subprocuradora Lima Malvido, increíblemente enviada como agregada política a Londres (originalmente la habían designado agregada cultural) por la chancillería, pese a que está siendo investigada por la PGR y tiene denuncias en su contra de diversas organizaciones de derechos humanos por casos de tortura.
El caso da para mucho más: hay demasiada historia y demasiados personajes involucrados y redes que van de Ciudad Juárez a Guadalajara y el DF, a Tijuana y Hermosillo. Se involucran hombres prominentes y simples de la iglesia pero también panistas, prisitas (¿será por eso que la enorme mayoría de los dirigentes de esos partidos no han dicho una palabra sobre el caso?) y empresarios con historias poco claras. Y hasta la protección que dicen darle a estos personajes, sectores tan disímbolos como el jefe de la oficina del FBI en El Paso, por una parte, y el gobernante cubano Fidel Castro por la otra. ¿Quién jalará ese hilo para desenredar toda la madeja?