El PAN, más allá del caso Aldana
Columna JFM

El PAN, más allá del caso Aldana

El panismo tendrá que abocarse a tratar de darle salida a los serios y graves problemas que deberá enfrentar en las próximas semanas, luego del fallido intento de desafuero del senador prisita Ricardo Aldana, batalla perdida que debilitó notablemente no sólo al coordinador de los diputados, Francisco Barrio Terrazas y al presidente de la mesa directiva, Juan de Dios Castro, sino que también terminó mostrando las serias fisuras que existen entre ese liderazgo de los diputados con sectores clave del gobierno federal.

Cuando terminen los brindis y las celebraciones de las fiestas patrias, el panismo tendrá que abocarse a tratar de darle salida a los serios y graves problemas que deberá enfrentar en las próximas semanas, cuando aún quedan las huellas de la batalla perdida al inicio de la actual legislatura por el fallido intento de desafuero del senador priista Ricardo Aldana.

Finalmente el acuerdo que impidió que el próximo día 17 se instaurara el pleno de la cámara como jurado procedencia para proceder al desafuero del dirigente del sindicato petrolero, debilitó notablemente no sólo al coordinador de los diputados, Francisco Barrio Terrazas y al presidente de la mesa directiva, Juan de Dios Castro, sino que también terminó mostrando las serias fisuras que existen entre ese liderazgo de los diputados con sectores clave del gobierno federal. Si a eso sumamos las divergencias también públicas existentes en la bancada blanquiazul de la cámara de senadores, tenemos, entonces, un panorama poco halagüeño para los procesos de negociación legislativa del blanquiazul.

Consecuencia de ese debilitamiento fue la pérdida de algunas comisiones que el panismo aspiraba a conservar en la propia cámara de diputados. Es verdad que se quedará con Gobernación y Hacienda, pero en el reparto hubo que darle mayores posiciones a Verdes, Convergencia y PT (el Verde, con todo y la resolución en su contra del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación podría obtener dos comisiones importantísimas para su propio parapeto legal: la comisión de radio y televisión, en una legislatura en la que casi será obligado tratar de sacar una reforma sustancial a la ley que rige ese sector, y la comisión de ecología y medio ambiente, desde donde podrá presionar con su propia agenda sectorial y diferenciarse de otros grupos ecologistas con mayor peso en ese ámbito), y el PAN estará lejos de poder imponer sus condiciones en esa negociación que tendría que concluir mañana miércoles.

Pero los problemas que se generarán en los próximos días van mucho más allá para el panismo. Uno de ellos será la casi segura ratificación que hará el tribunal electoral del poder judicial de la federación, de la decisión de su homólogo del DF que anuló la elección en la delegación Miguel Hidalgo en el Distrito Federal, quitándole el triunfo a Fernando Aboitiz, pero, además, cancelando la participación del propio PAN en los comicios extraordinarios que tendrán que realizarse para reponer el proceso. Era, sin duda, la posición más importante que había obtenido el panismo en la capital del país y ahora la pierde por una decisión que demuestra, una vez más, malos manejos financieros en una campaña electoral. Es verdad que la investigación en curso podría terminar con una sanción similar para el PRD por exceso de gastos del candidato Barrios Gómez, pero para el PRD esa sería un pérdida menor, mientras que para el PAN adquiere, de cara a sus pésimos resultados el seis de julio pasado en el DF, tintes de catástrofe.

Por otra parte, este viernes vence el plazo para que el panismo entregue su respuesta al IFE por el caso Amigos de Fox y a partir de ese momento, la comisión de fiscalización del Instituto podrá decidir en cualquier momento la sanción que podría aplicar al panismo derivado de los gastos no reportados en la campaña del año 2000. Nadie en el PAN es demasiado optimista respecto al resultado de su apelación: es casi inevitable que el IFE termine sancionando al PAN. El objetivo en todo caso, para aminorar costos políticos es que la sanción se divida con el PVEM y que sea absuelto del cargo el más grave que afronta, el de haber recibido recursos del extranjero, ello, entre otras razones porque fue el propio presidente Fox el que públicamente afirmó que nunca en su campaña se habían recibido recursos externos. Para la credibilidad del panismo esa sanción será durísima.

Pero de allí se puede derivar otra acusación que podría explicar lo sucedido en los últimos días. Quien fuera la tesorera del PAN en el proceso electoral del año 2000, Gabriela Ruiz del Rincón, es ahora diputada federal y sería una figura sobre la cual podrían iniciarse procedimientos penales a partir de la sanción del IFE. Si es así, no sería sólo el de Aldana un caso que podría terminar con el desafuero de un legislador, sino también el de la diputada panista, plurinominal por la primera circunscripción. No será fácil deslindarla de ese proceso si, finalmente, el IFE sanciona como se espera al PAN, sobre todo por el delito de recursos provenientes del exterior en la campaña.

Y tampoco será ese el único proceso similar que podría afrontar el PAN en los próximos meses. En la investigación que se está realizando sobre el presunto lavado de dinero del grupo en el que participan el propio cardenal Juan Sandoval Iñiguez y el empresario José María Guardia, un actor prominente es el diputado federal (de la misma primera circunscripción) Fernando Guzmán, ex líder del panismo en el congreso local de Jalisco, que también está siendo investigado, en un proceso donde la vertiente más sólida proviene, precisamente, de los negocios de Guardia. En ese sentido, si la PGR comprobara la presunción de algún delito, Guzmán Pérez podría terminar siendo uno más de los posibles sujetos a un proceso de desafuero.

Por eso, y no sólo por la posibilidad de que fracasaran los acuerdos legislativos, fue que luego del yerro del jueves 4, el panismo tuvo que dar marcha atrás en la cámara de diputados con el caso Aldana, porque en el futuro ese mismo tipo de problema podría tener que asumirlo como propio.

Si a eso le sumamos que en prácticamente ninguno de los diez estados que tendrán elecciones el año próximo la suerte parece sonreírle al panismo, se comprenderá porqué no sólo el partido está en un profundo proceso de revisión, porqué en el gobierno federal existe tanta preocupación por lo que sucede con su partido y porqué en el propio PAN las divergencias internas son tan peligrosas. El eje, habrá que insistir en ello, es que el gobierno federal y el partido en el poder, logren marchar en un mismo sentido, sino es así, terminarán autodestruyéndose mutuamente. Y en su caso, como casi siempre, el fuego amigo termina siendo más peligroso que el que proviene de los enemigos declarados.

¿Sancionará el PRD?

Pese a las declaraciones y los discursos, lo cierto es que persiste la sospecha sobre lo ocurrido el jueves pasado en la cámara de diputados respecto a la reposición del procedimiento respecto al proceso de desafuero de Ricardo Aldana. Ya se sabe el resultado, pero no queda en absoluto claro qué pasó con los diputados perredistas que no fueron a la sesión y que terminaron permitiendo que la votación se inclinara hacia el PRI. Varios de ellos, estaban en Cancún y decidieron no regresar ante la inminencia de la votación (hubo por lo menos un panista que sí lo hizo y a una diputada priista se la sacó del velorio de su padre para que pudiera votar) y no es verdad que no hubo tiempo para ello: desde la mañana se sabía que ocurriría y que la votación sería en la noche del jueves y un vuelo de Cancún a México ocupa sólo dos horas. El hecho es que Alfonso Ramírez Cuellar y sus compañeros decidieron que su lugar estaba en Cancún y no en San Lázaro. A otros dos diputados, de Baja California Sur, simplemente les dio añoranza por su tierra y se regresaron a su estado el mismo jueves en la mañana: ¿no podían quedarse un día más en el DF?. Habrá que ver qué sucede. Por lo pronto Leonel Godoy dejó abierta la posibilidad de que hubiera una sanción interna. Si ésta no existe, persistirá la sospecha de que, simplemente, hubo acuerdo para que no estuvieran. O que la disciplina perredista deja mucho que desear.

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