Finalmente, después de casi tres años y medio de investigaciones y de sortear un operativo de Estado, el Instituto Federal Electoral concluyó ayer la investigación sobre el caso Amigos de Fox, estableciendo una multa de 545 millones de pesos para la alianza por el Cambio (360 millones deberán ser abonador por el PAN y 184 millones por el Partido Verde)
Finalmente, después de casi tres años y medios
de investigaciones y de sortear todo un operativo de Estado para que no obtuviera
la información necesaria para cumplir con sus objetivos, el Instituto Federal
Electoral concluyó ayer la investigación sobre el caso Amigos de
Fox, estableciendo una multa de 545 millones de pesos para la Alianza por el Cambio
(de esa cantidad, 360 millones deberán ser abonados por el PAN y 184 millones
por el Partido Verde, en otras palabras, dos tercios de la multa fueron para el
PAN y un tercio para el Verde) que impulsó la candidatura de Vicente Fox
en el año 2000, por una serie de delitos electorales que van desde el ocultamiento
de gastos de campaña hasta la recepción de recursos del extranjero.
Con esta sanción, que deberá ser ratificada por el Consejo General
del IFE el próximo viernes, ese consejo general prácticamente concluye
sus funciones y deberá ser renovado antes de fin de este mes.
La investigación no deja de ser controvertida: demoró más de tres años en llegar a una conclusión (la primera denuncia la presentó Enrique Jackson, entonces diputado del PRI, en junio del 2000), en buena medida por los obstáculos que las autoridades políticas y sobre todo financieras, pusieron a los investigadores, hasta bien entrado el año 2002. Pese a todo, quedó expuesto un operativo de ingeniería financiera construido en forma conciente para ocultar los recursos que fueron a la campaña de Vicente Fox. Incluyendo esos recursos del extranjero que, oficialmente, el propio presidente aseguró que nunca habían llegado a su campaña. Los partidos de oposición han responsabilizado en parte al IFE y sobre todo al presidente de la comisión de fiscalización, Alonso Lujambio, de haber favorecido al PAN en esta investigación, sobre todo comparándola con la rapidez con que se desarrolló la relacionada con el pemexgate, que terminó con una multa contra el PRI por mil millones de pesos. Algunos consejeros, como Jaime Cárdenas y José Barragán argumentaron que la investigación no se pudo hacer más exhaustiva por la premura de concluirla antes de que el próximo consejo general tome posesión en noviembre próximo.
Efectivamente, puede haber algunos puntos cuestionables en la investigación y la resolución del IFE (¿por qué, por ejemplo, el PAN pagará dos tercios de la multa y el Verde un tercio cuando evidentemente la construcción de Amigos de Fox y los recursos que de allí provinieron llegaron al PAN y no al Verde y cuando, en la propia distribución de posiciones dentro de la Alianza por el Cambio obviamente no se observó esa proporción?¿porqué sólo se comprobaron 11 mil dólares provenientes del exterior cuando existen indicios sólidos de que esa cantidad podría aumentar hasta los 400 mil dólares?) pero, en realidad, los obstáculos a la investigación no los puso el IFE ni sus consejeros, sino las autoridades federales, particularmente negándose (hasta que recibieron una orden para hacerlo de la Suprema Corte de Justicia), a proporcionar la información bancaria necesaria para completar y comprender el complejo esquema de ingeniería financiera utilizado para allegar recursos no legítimos a la campaña de Vicente Fox. En este sentido, acusar a Lujambio (un profesional reconocido, con el que se puede o no estar de acuerdo, pero que hizo un trabajo honesto), es casi, casi, una bajeza.
Lino Korrodi, el hombre que construyó ese andamiaje ha reconocido que, sin esos recursos quizás no se hubiera podido ganar la elección y, también ha dicho que fue exclusivamente el PAN quien administró esos recursos. El panismo hasta ayer, negaba haber cometido irregularidades y adelantó que recurrirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para apelar la resolución. El propio secretario de Gobernación, Santiago Creel, abordando un tema electoral y partidario, dijo que su partido aceptará la multa pero sólo luego de recurrir hasta las últimas instancias judiciales, dando a entender que el PAN sí irá hasta el Trife.
Por imagen pública quizás tenga lógica hacerlo. En términos políticos y prácticos posiblemente los panistas se están equivocando: el caso Amigos de Fox pudo haberse cerrado, si el PAN hubiera accedido a entregar la información, incluso antes del cambio de poderes o en el 2001. No fue así y siempre se negó la relación de Amigos con el PAN cuando era evidente que ésta había existido. Luego se intentó obstaculizar la investigación al no proporcionar la información financiera al IFE, tratando de llevar el caso hasta después de las elecciones de julio. No fue posible porque la Corte fue la que obligó a que se entregara esa información. Luego las autoridades financieras y algunos bancos fueron entregando a cuenta gotas esos datos (aún no terminan de entregarla por completo). En el camino se cruzó el caso de Eduardo Fernández, el ex presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que, cuando denunció que tenía información sobre el caso, fue detenido y arraigado, argumentando que había violado el secreto bancario investigando y difundiendo información sobre los manejos de Amigos de Fox en beneficio del PRI. Finalmente Fernández ha sido declarado inocente de esos delitos, pero no dejó ser paradójico que se ordenara detener a quien denunciaba el delito (o incluso, de acuerdo con la versión original, a quien había ordenado investigarlo) pero que no se molestara en absoluto a quienes lo habían cometido.
En otras palabras, el PAN y el gobierno han apostado a lo largo de estos tres años a prolongar todo lo posible el caso Amigos de Fox y la investigación sobre la campaña presidencial del 2000. Ahora insistirán con la misma estrategia y se volverán a equivocar. Esta sanción literalmente ensucia al PAN y a su trayectoria histórica, pero es un caso probado y comprobado, y cuando más se prolonga más indicios aparecen y más sospechosa se hace la actitud del partido en el poder, sea ella justificada o no. Ya dos consejeros electorales se han declarado en contra de la resolución de la propia Comisión de Fiscalización y tanto el PRI como el PRD consideran que el IFE ha sido benevolente con el PAN. ¿Alguien puede creer que el Tribunal Electoral con todos los elementos existentes terminará absolviendo al PAN de esta sanción?. Por supuesto que no, lo único que estará logrando la dirigencia del partido albiazul es prolongando un capítulo negro de su historia que tendría que tratar de cerrar lo más rápido posible. Pero es más, si se acepta que la propia sanción del IFE podría haber sido más dura si se hubieran concluido algunos estudios que ya no pudieron cerrarse por la premura de los tiempos, incluso si se acepta que la distribución de la multa entre el PAN y el Verde resulta inequitativa por el propio porcentaje de votos que la Alianza distribuyó entre sus dos integrantes, no sería descabellado pensar que el Tribunal, si cumple a cabalidad con su función, sí podría modificar la sanción, pero no disminuyendo, sino aumentando la multa para el PAN. Y la vergüenza para el panismo será aún mayor.
Parecen olvidar en el PAN y en el gobierno que cada día que el caso Amigos de Fox permanezca abierto, el costo político para ambos irá aumentando geométricamente. Y el año que viene hay 14 elecciones estatales, diez para gobernador.
Tres reflexiones rápidas
1) El que no se preocupa es el dirigente petrolero Carlos Romero Deschamps, que protegido en Oaxaca política y legalmente, ayer se presentó a firmar ante el juez que le brindó un generoso amparo y continúa gozando de una suerte de fuero político ahora que concluyó su fuero legislativo. Olvidan en el PRI, que el pemexgate también continúa vivo y que para atenuar los costos del caso Amigos de Fox, ahora se puede reactivar. Claro, si el PRI no acepta las reformas legislativas pendientes.
2) El rector Juan Ramón de la Fuente tiene asegurada su reelección al frente de la UNAM. Primero, por su muy buen desempeño; segundo, por el evidente apoyo que tiene de la mayoría de los grupos internos y de los directores de facultades, escuelas e institutos (45 de los 51 existentes en la UNAM ayer le dieron su apoyo). De la Fuente será reelecto por cuatro años más y la principal beneficiada por ello será la propia UNAM.
3) Ayer, Rosario Robles demostró que mantiene su poder de convocatoria y que, políticamente, no hay que darla por muerta. Qué bueno.