¡Ese IVA tan políticamente incorrecto!
Columna JFM

¡Ese IVA tan políticamente incorrecto!

Finalmente el gobierno federal presentó a la cámara de diputados el paquete económico para el 2004. Como se adelantó, incluye en su propuesta fiscal una reducción del IVA del 15 al 10 por ciento, pero homologado a todos los productos y servicios, incluyendo alimentos y medicinas. Incluye también una reducción sustancial del Impuesto Sobre la Renta, que oscilará, para personas físicas, entre 25 y 30 por ciento, de acuerdo a los ingresos.

Finalmente el gobierno federal presentó a la cámara de diputados el paquete económico para el 2004 y si bien al momento de escribir estas líneas no se conocían todos los detalles del mismo, sí, como se adelantó, incluye en su propuesta fiscal una reducción del IVA del 15 al 10 por ciento, pero homologado a todos los productos y servicios, incluyendo alimentos y medicinas. Incluye también un reducción sustancial del Impuesto Sobre la Renta, que oscilará, para personas físicas, entre 25 y 30 por ciento, de acuerdo a los ingresos; la autorización a los estados para que puedan cargar un impuesto sobre el consumo de dos por ciento y la promesa de una fuerte simplificación para el pago de impuestos.

Las autoridades hacendarias consideran que con la reducción fiscal, sobre todo en ISR y con un IVA más bajo pero homologado a todos los productos y servicios, se cerrarán muchos de los agujeros negros de la recaudación pero, además, habrá que ver qué medidas se adoptarán para incorporar al mundo de los contribuyentes a los millones que trabajan en la economía informal. La idea que se estaba trabajando en el gobierno federal (habrá que ver si finalmente se plasmó en el documento) es que se establecerá una suerte de impuesto único que, particularmente a los ambulantes, se les cobrará directamente en su local. En otras palabras: se hará lo mismo que hacen los líderes de los ambulantes, que regularmente les cobran un "impuesto" a éstos para que puedan colocarse en un sitio determinado con la enorme diferencia de que ese "impuesto" en lugar de ir a las manos del Estado se queda en los bolsillos de los líderes. Se trata de un procedimiento complejo pero podría ser un mecanismo adecuado por lo menos para tener registrados a éstos como contribuyentes, porque la tesis de que se registrarán solos porque el ISR será más bajo y pagando impuestos tendrán acceso a créditos, funciona muy bien en la teoría pero no en la práctica.

Evidentemente, la reforma fiscal que se propone no saldrá votada sin modificaciones, pero sería muy benéfico, aunque hoy suene políticamente incorrecto, que sí fuera aprobada en sus líneas fundamentales. Para muchos sectores el tema del IVA es intransitable. Para muchos priistas aún está vivo el recuerdo de 1995 cuando el PAN no apoyó en plena crisis económica al PRI para aumentar el IVA al 15 por ciento y le hizo pagar el costo político de esa decisión. También es verdad que se trata de un impuesto impopular y sobre el que se ha especulado demasiado, en ocasiones con mentiras absurdas (ayer escuchaba a una supuesta especialista diciendo que, con esta medida, el ingreso real de una familia de clase media se reduciría en un 60 por ciento ¿con base en qué cifras se puede afirmar eso?); pero también es verdad que mucha de la animadversión que genera el IVA es inducida, impulsada, por representantes de sectores productivos que están en la larguísima lista de sectores exentos del pago de ese impuesto por las más variadas razones, algunas explicables, otras no. Porque las excepciones en ese sentido lo que hacen es fortalecer la cultura del no pago, y tiene su lógica ¿porqué, puede decir un autor, yo tengo que pagar impuestos si un transportista está exento?¿quién define la importancia de cada uno? La homologación es, en ese sentido, una medida imprescindible no sólo para simplificar el pago de los impuestos y supervisar la evasión, sino también para hacer más justo el sistema: en última instancia, todos los países han aplicado el IVA y prácticamente todos rigen sus sistemas fiscales en torno al IVA porque es un impuesto universal: todos consumimos y cuanto más consumimos más pagamos, además de que cerrando los agujeros se simplifica su cobro y se dificulta mucho la evasión.

Pero, como se dijo ayer mismo, el paquete fiscal no saldrá de San Lázaro exactamente igual a como llegó. Si bien la homologación es básica para evitar la evasión y cerrar los agujeros que la permiten, también es verdad que se debería dejar un espacio para, primero, evitar un castigo mayor a los sectores de menores ingresos, y segundo, para dar un margen a la negociación política, que permita que salga adelante lo más importante aunque se sacrifique una parte del objetivo final. Es fundamental en este sentido, que se establezca una canasta de alimentos y medicinas exentos del pago de este producto. Es verdad que no resulta lógico que el salmón no pague el IVA, pero sí es lógico que no lo pague el frijol a granel. Es verdad que no tiene porqué estar exenta una medicina cosmética, pero los medicamentos del cuadro básico tendrían que estar exentos. Negociando esa canasta básica en alimentos y medicinas, el IVA modificado y homologado podrá pasar y terminará siendo positivo. El resto del trabajo lo tendrán que hacer los propios diputados para garantizar que los recursos adicionales se vayan a infraestructura y gasto social y no al gasto corriente del gobierno.

¿Por qué puede pasar la reforma fiscal y cuándo debe hacerlo? Comencemos por el final: debe aprobarse rápido, sería lo más aconsejable para poder estimar entonces los ingresos adicionales y establecer con claridad en el presupuesto hacia dónde se dirigirán los recursos. La lógica indicaría que se deben aprobar primero, en los próximos días, las disposiciones fiscales, para trabajar luego sobre el presupuesto. Y a pesar de las declaraciones de algunos actores políticos, lo cierto es que existe un moderado entusiasmo en el propio gobierno federal sobre la posibilidad de que la reforma sea aprobada.

Las razones de ese optimismo moderado se basa en las cuentas políticas: Los gobernadores serán los principales beneficiarios en términos generales, del incremento de la recaudación, primero porque existe ya un acuerdo con ellos para que aumenten sus porcentajes de transferencias; segundo, porque ello es especialmente importante cuando está a punto de iniciarse una convención nacional hacendaria que tiene como objeto, precisamente, institucionalizar esa redistribución de recursos; tercero, por causas políticas: dos terceras partes de los estados del país tendrán elecciones en los dos próximos años y los gobernadores necesitan esos recursos para generar obras que les permitan consolidar sus posiciones políticas. En este sentido, todos los gobernadores priistas estarían de acuerdo en impulsar la medida y mover "sus" diputados en apoyo de la misma. La excepción a ello, ya se ha dicho, es José Murat, el gobernador de Oaxaca que, además, de las convicciones que pudiera tener sobre el tema, está operando con un objetivo claro: acercarse al PRD para tratar de evitar una alianza de la oposición en las elecciones de su estado, el año próximo.

Según los cálculos que se hacen en San Lázaro, la votación a favor del paquete de reformas (si se realizan estas modificaciones u otras similares) alcanzaría para sacarla adelante. La votación de estas reformas como se ha dicho tendrá que sacarse diputado por diputado, asumiendo, además, que todo el bloque del PAN votará a favor y salvo alguna excepción, todo el del PRD en contra. El PAN tiene 151 diputados y de los priístas y de los partidos pequeños se considera que serían 117 los votos que ya estarían "amarrados" con la reforma, eso daría por lo menos 268 diputados a favor, un porcentaje suficiente para aprobarla. Por eso mismo, la tesis es presentar rápido el dictamen sabiendo que ya existiría una mayoría asegurada. Habrá que ver si los números finalmente resultan ser los correctos y todos los que se han comprometido finalmente apoyarán la propuesta. Una cosa es cierta, cuando más tiempo pase, mayor será el desgaste y menores las posibilidades de que esa reforma sea aprobada.

El nuevo crimen organizado

Ayer la SSP del DF dio un buen golpe en Tepito que demuestra cómo se están entrelazando las bandas del crimen organizado en la capital del país (y obviamente en muchas otras ciudades). Fue desmantelada una banda de asaltantes a tarjetahabientes, se detuvo a 24 personas pero en los cateos se encontraron armas, drogas (llama la atención que no sólo hubiera quince kilos de marihuana, sino también dos mil dosis de cocaína y otras dos mil dosis de heroína) y productos de piratería: la banda asaltaba, vendía drogas blandas y duras, comercializaba piratería y sus miembros eran, en este sentido multifuncionales, todos participaban en todo. Ese es la nueva trama del crimen organizado. Un buen golpe de la gente de Ebrard.

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