El presidente de la mesa directiva de la cámara de diputados, el panista Juan de Dios Castro, aún no reconocía a Emilio Chuayffet Chemor como nuevo coordinador de los diputados priistas en la cámara baja. El debate es si en corto plazo, habrá un tercero en discordia que no sea ni Chuayffet ni Elba que se haga cargo de la bancada.
Al momento de escribir estas líneas el presidente de la mesa directiva de la cámara de diputados, el panista Juan de Dios Castro, aún no reconocía a Emilio Chuayffet Chemor como nuevo coordinador de los diputados priistas en la cámara baja. Es más, parecía que, por las indefiniciones del momento, esa confirmación podría postergarse aún unos días más.
El debate entonces es si en el corto plazo, habrá un tercero en discordia que no sea ni Chuayffet ni Elba que se haga cargo de la bancada. Pero tampoco habrá, en ese corto plazo, una fractura pública sino tácita. La fractura ahí está y si no se produce ahora es porque los gobernadores se han dividido en por lo menos tres grupos: los que apoyan abiertamente a Chuayffet, entre los que se encuentran, casualmente, los cinco que se reunieron con el presidente Fox en la tarde del domingo, más José Murat (al que últimamente se le ha pegado, para todo, el adjetivo "grotesco"), que quiere quedarse con la secretaría general del partido, y Manuel Andrade, que quiere reconciliarse con Madrazo después de la derrota electoral en su tierra, Tabasco. En un nivel aparte, con un acuerdo con Madrazo para la salida de Elba Esther pero sin que sea una alianza definida, está el gobernador del estado de México, Arturo Montiel, que no ha dicho, hasta ahora, ni una palabra sobre el tema. Pero ha operado: el viernes todos los diputados priistas del Edomex se reunieron con Montiel y escucharon a éste saludar a Chuayffet como el "nuevo coordinador" del grupo parlamentario del PRI, y a Emilio reconocer públicamente a Montiel como "el verdadero líder del priismo mexiquense".
El resto de los gobernadores están claramente en contra de Madrazo, pero coexisten entre ellos dos puntos de vista después de las reuniones de domingo y lunes en Puebla: algunos consideran que el trato "ni Elba ni Chuayffet" no es equitativo: quieren que se vaya Madrazo, para que el equilibrio sea justo. Pero, son los mismos que simultáneamente están apostando porque salga la reforma hacendaria, primero porque son concientes de que es necesaria, y luego porque de esa forma obtendría importantes recursos adicionales para sus estados: se trata, en general, de los nuevos gobernadores, de los que aún tienen mucho tiempo por delante. Otros, están planteando la salida inmediata de Chuayffet y la designación de un tercero. Estos también quieren sacar las reformas y en general apoyan a Elba Esther, pero también están preocupados por ese acuerdo virtual entre Madrazo y Montiel que los podría dejar fuera del escenario 2006.
Todo indica que, así como están las cosas, si se quiere quedar con la coordinación, para buscar su legitimación, tanto Chuayffet como Madrazo tendrán que buscar acuerdos rápidos que saquen alguna reforma hacendaria, aunque sea modesta, para demostrar que tienen capacidad de tomar la iniciativa. Se asegura que el domingo por la noche también Madrazo se reunió, poco después de los gobernadores, con el presidente Fox. Funcionarios muy cercanos a Madrazo están en contacto con Francisco Gil Díaz desde hace dos semanas, preparando ese paquete fiscal: la idea sería que el paquete global lo saque el PRI y que el famoso IPI (que catalizó la crisis y que ahora presentó el PAN con otro nombre) lo saquen los panistas. Incluso, pese a lo que se ha dicho, la llegada de Chuayffet a la coordinación no modificaría la presidencia de las comisiones, incluyendo la de presupuesto y la de hacienda (una en manos de priistas, la otra de panistas): el propio Chuayffet me aseguró el domingo que él no propondría cambios en las presidencias de las comisiones, por lo tanto, lo que los diputados priistas de la comisión de Hacienda (en su gran mayoría elbistas) han estado negociando con Los Pinos no necesariamente se invalidaría en automático.
Pero, al mismo tiempo, independientemente de que Chuayffet sea confirmado o no como el nuevo coordinador priista, Elba Esther ha demostrado en estos días su poder y que está decidida a utilizarlo: primero, separó de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado al sindicato de maestros y a todos los que giran en su órbita. Mantienen, y nada parece indicar que vaya a perderlo, el control del ISSSTE. El sábado se reunió con un grupo de gobernadores, el domingo con otros. El domingo, un maestro, su candidato, Gustavo Vázquez, ganó por segunda vez la elección extraordinaria en Colima contra una alianza PAN-PRD. No es poca demostración de poder para menos de una semana. Por eso, también, enfrentamientos aparte y quede o no Elba en la coordinación, son pocos los factores de poder reales que desean deshacerse por completo de Gordillo y su gente. Por supuesto que los que son más madracistas que Madrazo, están apostando a la ruptura total, quizás porque temen que si ésta queda con vida y con fuerzas el actual triunfo puede revertirse, y en ese contexto son ellos, más que Madrazo, los que quemaron las naves.
Y eso es, salvo que cambien las cosas en forma muy dramática, lo que puede ocurrir en el mediano plazo: Gordillo podrá se removida de la coordinación parlamentaria, pero seguirá conservando apoyos, aunque disminuidos, muy poderosos. Una mayoría de gobernadores no están apoyando a Madrazo, independientemente de lo que decidan en el tema parlamentario. Este sigue siendo el presidente del partido y tiene el control de la mayoría de la dirección de éste, pero si mantiene a Gordillo como secretaria general muchos procesos se le complicarán. Y si la quiere quitar, Elba Esther ha mostrado un argumento que se deberá tener en cuenta: ambos fueron elegidos como fórmula, si una cae deberá caer el otro. Lo dicho: la guerra fraticida del priismo no está terminando, apenas comienza.
Aunque Ud. no lo crea: buenas noticias
Efectivamente hay buenas noticias. Dos de ellas se produjeron en la UNAM (y no nos referimos en absoluto a la derrota ante el Toluca el domingo). Una es la designación del rector Juan Ramón de la Fuente de René Drucker, como responsable del área de investigación científica de la Universidad, un cargo en el que Drucker, sin duda uno de los personajes de la investigación cintífica más eminentes de nuestro país, repite luego de una muy acertada labor durante los últimos cuatro años. Otra buena decisión del rector fue el nombramiento de Leoncio Lara como nuevo responsable de derechos humanos de la UNAM. Leoncio Lara, un abogado respetado y respetable, que fue el responsable jurídico de la propia UNAM, del IPN y de la UAM, había renunciado hace unos meses a la presidencia del Consejo de Transparencia del DF, cansado de las agresiones verbales y el bloqueo político a la que sometió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador a esa instancia a la que aún no ha dejado nacer. Bien por la UNAM que lo ganó, que malo para los capitalinos que perdimos una persona de su calidad en ese organismo supervisor.
Otra buena noticia fue la designación de Sergio García Ramírez como presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. García Ramírez es un académico íntegro, que tuvo en su manos, la posibilidad de dar un virtual golpe de estado sucesorio en 1987 cuando fue "destapado" en lugar de Carlos Salinas, que era el verdadero candidato designado por Miguel de la Madrid, y no lo hizo por prudencia política, pero también por honestidad. Con todo, García Ramírez vale mucho más como jurista y académico que como político.
Y para no terminar sólo con buenas noticias, una buena y una mala: la buena es que el presidente Fox finalmente envió la propuesta de la ratificación de Guillermo Ortiz a la gubernatura del Banco de México. La mala es que dicen que la "oposición" panista en el senado, que encabeza Carlos Medina Plascencia, no dejará pasar a Javier Moctezuma como nuevo embajador ante el Vaticano. Aseguran que se quitó de la Santa Sede a un panista (Estrado Sámano) por un priista, aunque no creo que Javier sea siquiera simpatizante del tricolor. Pero la consigna no es saber quien la hizo sino quien la paga.