En el México de hoy el canibalismo político es una de las marcas indelebles, la lucha política se termina restringiendo casi exclusivamente a un punto: el obtener espacios de poder. Las finanzas de Vamos México están en perfecto orden y que el reportaje del Financial Times esté descontextualizado. Lo primero, me lo dijo el presidente Fox en la entrevista del lunes en la tercera emisión de Imagen Informativa. Lo segundo, lo afirmó Marta Sahagún a las puertas de Los Pinos en una inusual comparecencia ante los medios. Este es un debate eminentemente político, enfocado al 2006.
Es verdad: en el México de hoy el canibalismo político es una de las marcas indelebles. El concepto de Estado está lejos de la mayoría de los protagonistas, y la lucha política se termina restringiendo casi exclusivamente a un punto: el obtener espacios de poder. Y para eso todo pareciera que se vale, como sea y donde sea. Quizás también es verdad que las finanzas de Vamos México están en perfecto orden y que el reportaje del Financial Times sobre ese tema esté descontextualizado.
Lo primero, lo del canibalismo, me lo dijo el presidente Fox a quien tuve oportunidad de entrevistar el lunes en la tercera emisión de Imagen Informativa. Lo segundo, lo afirmó, apenas unas horas antes, Marta Sahagún a las puertas de Los Pinos en una inusual comparecencia ante los medios. Pero el problema es otro, y entenderlo sólo como consecuencia del real y existente canibalismo, o como una campaña para desprestigiar una institución que se maneja con escrupulosidad, es un error.
Este es un debate eminentemente político, cuyas repercusiones están enfocadas en el 2006. Una crítica dura como la que hace el Financial Times a Vamos México no hubiera merecido jamás la misma atención de ese periódico británico, ni el interés que suscitó en Los Pinos, si se hubiera hablado de cualquier otra institución filantrópica en México (¿qué espacio le dio la prensa internacional, hace algunos años, a todo el debate sobre el manejo de los recursos en la poderosa Cruz Roja mexicana?). El hecho es que Marta Sahagún no ha quitado el dedo del renglón en la posibilidad de buscar la candidatura presidencial para el 2006, y por eso es objeto de una redoblada atención y, evidentemente, la fundación Vamos México es interpretada, con justicia o no, como una visión redivida de los Amigos de Fox o, yendo a antecedentes históricos, a la fundación Eva Perón, que en los 50 catapultó las aspiraciones políticas de la ahora famosa esposa de Juan Perón en Argentina. Vamos México puede tener sus finanzas en perfecto orden, pero estará siempre (y no me parece mal que así sea) bajo la más escrupulosa vigilancia de los medios nacionales e internacionales, entre otras razones porque Marta Sahagún, siguiendo una metáfora biblica es tres personas en una: es la presidenta de esa organización, es la esposa del presidente Fox y es una precandidata natural para el año 2006. Una situación inédita y que, además, no está cobijada, limitada, por ninguna disposición legal: no hay un marco en el cual inscribir esas tres actividades simultáneas.
Para eso hay pocos remedios: legalmente, es muy poco lo que se podría hacer, incluso aunque se descubriera que los recursos de Vamos México se están desviando hacia otros fines. Pero políticamente, la presidencia de Vamos México le va a costar cada día más a Marta Sahagún de Fox, sobre todo si no abandona (y no lo hará) su intención de seguir figurando hacia el 2006. Si la señora Fox sigue interesada en realizar el trabajo social que canaliza a través de Vamos México, sería casi imprescindible que se desligara de todo el manejo operativo de esa institución: debe hacerlo, debe dejar que otros la encabecen aunque ella siga trabajando allí y esas nuevas autoridades deben ser absolutamente transparentes con sus recursos. La distancia respecto a la dirección de la organización y la transparencia en sus manejos financieros son la clave para desactivar la bomba de tiempo que una y otra vez amenaza a Marta Sahagún con el tema Vamos México.
Porque a pesar de lo que muchos hombres y mujeres del gobierno creen, la gente no está convencida de que los recursos gubernamentales se manejan con limpieza y transparencia. La última encuesta de María de las Heras lo demuestra con claridad: el 71 por ciento de los entrevistados no cree que haya la transparencia necesaria en el manejo de los recursos gubernamentales.
Por eso Marta Sahagún debería poner, para citar los clásicos, una sana distancia con Vamos México y realizar un esfuerzo adicional de transparencia en esas y otras actividades, por que sino, justas o injustas, esas críticas regresarán una y otra vez y ella será objeto de ese "canibalismo político" del que el lunes nos habló su esposo.
Porque, además, la señora Fox no abandonará sus pretensiones políticas. Nadie puede decidir el día de hoy si Marta será candidata presidencial o no en el 2006, pero no cabe duda que la idea no ha sido desechada. Y tampoco se puede dudar que el fuego amigo para evitar esa posibilidad pasa tanto por estos temas, como por las candidaturas, tan adelantadas como las presidenciales, para hipotéticos puestos como la jefatura de gobierno del DF, o la gubernatura de Michoacán o incluso de Guanajuato. La formación de esos comités en el Distrito Federal para apoyar a Marta Sahagún sin duda no tuvieron el visto bueno de la esposa del presidente y, obviamente parecieran más una forma de desplazar a Marta de la carrera presidencial que de impulsarla seriamente en el DF. La idea, puesta en el tiempo y la distancia, no es descabellada, pero es prácticamente inviable.
Existen tres opciones básicas para el futuro político de Marta Sahagún: uno es que, simplemente, concluyendo el sexenio de su esposo y como se ha dicho, ambos se retiren de la política activa; la otra posibilidad, como se ha dicho mucho más, es que ella busque la candidatura presidencial del PAN, a pesar de la oposición de muchos panistas, reeditando de alguna manera lo que sucedió en 1999, cuando, pese a las oposiciones internas que no lograron cristalizar en un candidato alterno, Vicente Fox "impuso" su candidatura al panismo; y si la alternativa es seguir en la política pero no en la búsqueda de la candidatura presidencial, la opción de Marta Sahagún será, casi sin duda, la búsqueda de una curul en el senado. No sólo porque ése haya sido el camino que siguió, por ejemplo, Hillary Clinton, en su momento, mientras decidía si algún día buscaría la presidencia de su país, sino también, como sucedió con Hillary, porque esa posición otorga fuero y protege de los ataques y denuncias, fundadas o infundadas, que personajes con la señora Clinton en su momento, o ahora o en el futuro Marta Sahagún, reciben.
Que la señora Fox tiene muchas posibilidades de seguir en la carrera política, lo dio a entender el propio presidente Fox en la entrevista que tuvimos el lunes. El presidente reiteró, con un énfasis que no se le había escuchado en una entrevista, que le daba todo su apoyo a Marta, tanto en el caso Vamos México pero, sobre todo, en las decisiones que ella asumiera respecto a su futuro político. ¿Cuántos miembros del gabinete o del PAN, cuántos precandidatos soñarían con recibir una apoyo similar del presidente?
Entonces, en realidad no creo que Marta Sahagún utilice a Vamos México para financiar sus actividades (¿alguien puede creer que necesita de esos recursos para ello?), aunque sí se constituye en un instrumento de trabajo social (y por ende político) para alguien que aspira a continuar su carrera concluido este sexenio. Y por eso mismo, Marta debería dejar el liderazgo de Vamos México, aunque continúe dentro de esa organización y con su trabajo, porque la triple condición de esposa del presidente, dirigente de esa organización y activa participante del juego político sucesorio, terminan haciendo corto circuito, más aún cuando no existe, insistimos, ninguna norma legal que regule con claridad esa triple participación.
Hank y Blancornelas
Hablando de la entrevista con el presidente Fox. Ese mismo lunes, Jesús Blancornelas dijo que él y un grupo de comunicadores de la Sociedad Interamericana de Prensa, presentarán al gobierno federal una nueva demanda para que se investigue la autoría intelectual del asesinato codirector del semanario Zeta, Héctor Félix Miranda, baleado por dos sicarios, uno de los cuales era el jefe de seguridad del designado candidato a la alcaldía de Tijuana, Jorge Hank Rohn. Le pregunté a Vicente Fox sobre el tema y dejó explícitamente abierta la posibilidad de que esa solicitud se presente ante la PGR y que ésta sí investigue el caso. No es un dato menor, tomando en cuenta todo lo que gira en torno a la candidatura de Hank Rhon.