¿Cuál es la situación legal de Carlos Ahumada en Cuba? Ayer la embajadora de México en la isla reconoció que un miembro del equipo consular se entrevistó con el empresario. Pero a partir de allí se han desatado muchas más contradicciones que hacen presumir que el gobierno cubano está jugando su propio juego detrás de la detención de Ahumada. Hay una obvia violación de sus derechos y de las leyes internacionales, ya que el gobierno cubano se ha negado a informar dónde está detenido Ahumada. Para que este caso no sea, aún más, motivo de manipulación política debe haber claridad sobre la situación, se debe saber en dónde está detenido y en qué condiciones, además de que se debe permitir la entrada a Cuba de periodistas, lo que explícitamente se ha negado.
¿Cuál es la situación legal de Carlos Ahumada en Cuba? Ayer la embajadora de México en la isla, Roberta Lajous, reconoció que un miembro del equipo consular se pudo entrevistar con el empresario detenido el martes y constató su buen estado de salud. Pero a partir de allí se han desatado, nuevamente, muchas más contradicciones que hacen presumir que el gobierno cubano está jugando su propio juego detrás de la detención del empresario.
Primero, por una obvia violación de sus derechos y de las leyes internacionales, ya que el gobierno cubano se ha negado a informarle a la cancillería mexicana dónde está detenido Ahumada. La pregunta es hasta innecesaria: ¿cómo puede saber el gobierno mexicano que Ahumada está bien, que sus derechos son respetados, si no sabe dónde está detenido?. Podría estar en las mejores condiciones del mundo o en las peores, podría ser un huésped de Castro o ser tratado como el peor de los disidentes. Informar que está en una casa de seguridad no dice nada. Y llama la atención que el gobierno mexicano no haya insistido ayer, públicamente, en el tema. Imaginémonos, sólo por un momento, qué sucedería si un ciudadano mexicano (Ahumada lo es) fuera detenido, por ejemplo, en Texas para fines de extradición y ese gobierno de la Unión Americana negara al estado mexicano información sobre el lugar donde está detenido, sería un escándalo: por menos se iniciaron los procesos en la Corte de La Haya.
Guste o no Ahumada, precisamente para que su caso no sea, aún más, motivo de manipulación política, ya no sólo nacional sino también internacional, debe haber claridad sobre su situación, se debe saber dónde está detenido y en qué condiciones, además de que se debe permitir la entrada a la isla de periodistas que puedan seguir el caso, lo que explícitamente se ha negado.
Pero si esa es una contradicción grave, más aún lo es la propia declaración que hizo Ahumada cuando fue visitado en el lugar al que fue llevado por las autoridades cubanas para que se entrevistara con la autoridad consular: allí Ahumada dijo que fue detenido muy temprano en la mañana del martes en "su casa" en La Habana. No fue detenido en Varadero como se había dicho; tampoco la detención fue cerca de las 11.45 como también se había informado y Ahumada no estaba en un hotel como cualquier turista; tampoco fue detenido como dejó trascender el gobierno cubano cuando fue a renovar su visa. Esto implica que Ahumada entró a Cuba, el 27 o 28 de febrero, como él mismo dijo, quizás sí con una tarjeta de turista, pero estaba en "su casa" en La Habana. Fuera del hecho de que todos sabemos lo difícil que es pensar que en Cuba no haya un control estricto sobre la entrada y salida de turistas, mucho menos podemos pensar que alguien, quien sea, pudiera rentar una casa en La Habana (un renta que necesariamente tendría que realizarse con el propio gobierno cubano) sin que existiera un estricto control sobre ello. En otras palabras, el gobierno cubano debe haber sabido desde siempre dónde estaba Ahumada y lo detuvo en el momento que consideró conveniente.
El propio viaje de Rosario Robles el 3 de marzo a La Habana en el avión de Ahumada, daba (para un organismo de seguridad como el cubano que llega hasta la paranoia con tal de saber qué hace cualquier personaje que llegue a la isla) la pauta para localizar sin problema a Ahumada. ¿Por qué se lo detuvo en estos días? Parece inevitable relacionar la fecha con la votación que se efectuará en los próximos días en Ginebra, en la comisión de derechos humanos de la ONU donde, como siempre, existirá una resolución, en este año impulsada por el gobierno de Honduras, condenando las violaciones de los derechos humanos en Cuba: los conflictos que se han presentado entre México y Cuba en este sexenio han girado, siempre, directa o indirectamente, en torno a ese tema. La cancillería se encuentra en una seria dificultad: si en Ginebra se abstiene como explícitamente se lo ha pedido el gobierno cubano se pensará que la administración Fox, simplemente, se plegó a los deseos del gobierno de Castro. Si vota en contra de Cuba como lo ha hecho en los dos últimos años, La Habana aprovechará la ocasión para negociar el caso Ahumada.
Las posibilidades son muchas: el tratado de extradición de 1930 que es el actualmente vigente entre México y Cuba no contempla los delitos de lavado de dinero ni el de fraude genérico, tampoco el de delitos electorales. Si no los contempla quedará en manos de la interpretación de las autoridades cubanas el otorgar o no la extradición. Si no se sabe exactamente dónde se lo detuvo ni en qué circunstancia, si no se sabe dónde está recluido Ahumada y en qué condiciones, se podrá armar la historia de su llegada a Cuba y su detención como el gobierno cubano quiera, beneficiando a quien le convenga más. Porque, además, no sabemos, nadie lo sabe a ciencia cierta, cuál es la relación que ha establecido (sin ello no se puede rentar una casa en Cuba) Ahumada con el gobierno cubano: ¿es de mutua simpatía?¿es de negocios?¿es política por las relaciones que construyó Ahumada con el PRD?¿tiene relación, como dice López Obrador y aunque parezca inverosímil, con Carlos Salinas de Gortari?¿es como dice René Bejarano, que no pierde oportunidad para golpear a sus adversarios internos, aunque no tenga tiempo de explicar que hizo con el dinero que recibió de Ahumada, una relación creada por la familia Cárdenas? Esos lazos, insistimos resultan inverosímiles, pero la relación con los cubanos se tiene que haber dado de alguna forma y en esto difícilmente estemos hablando de una simple coincidencia ideológica.
Habrá que ver qué sucede en los próximos días pero es evidente que el gobierno cubano está decidido a no hacerle las cosas sencillas a sus homólogos mexicanos. Por lo pronto sólo sabremos si la detención de Carlos Ahumada tuvo relación con el voto mexicano en Ginebra, cuando conozcamos cómo voto México y cómo reacciona el gobierno de Fidel. Será, la que viene, una larga, muy larga confrontación con resultados impredecibles.
Una oportunidad en Ginebra
Por cierto, el gobierno mexicano podría tener una oportunidad para, al mismo tiempo, quedar bien con sí mismo y con nuestros principios diplomáticos si, en la comisión de derechos humanos en Ginebra, efectivamente mantiene su posición de condenar a Cuba por la violación de los derechos humanos, pero también si presiona en ese ámbito, públicamente, para que la administración Bush respete el fallo de la Corte Internacional de La Haya respecto al medio centenar de mexicanos condenados a muerte en la Unión Americana que fueron sentenciados sin que se les respetara sus derechos a tener contacto consular. Voceros de la administración Bush han dicho que van a "estudiar" el fallo pero los estados de Texas y Oklahoma, ya han especificado, con toda claridad, que los fallos de La Haya no se aplicarán en sus estados. ¿Qué sucedería si, en Ginebra, se condena, sí a Cuba, pero se presiona públicamente a Estados Unidos para que acepte la resolución de La Haya?
PD: el mes de marzo ha estado demasiado movido, vamos a aprovechar la semana santa para que los lectores y este autor nos tomemos unos días de descanso. Nos encontramos en este mismo espacio el lunes 12 de abril. Gracias y si puede descanse que el resto del mes (y del año) estará más movido que el marzo pasado.