Fox: ?inoportuno y más que imprudente?
Columna JFM

Fox: ?inoportuno y más que imprudente?

El presidente Fox y el PAN han dicho hasta el cansancio que no existían reglas fijas ni límites para las precampañas de los aspirantes a la presidencia de la república de ese partido. La señora Marta Sahagún de Fox habló de su candidatura para algún puesto de elección popular y no pasó nada. El presidente Fox jamás la descalificó, o ante alguna declaración suya, le dijo que era inoportuna e imprudente.

Cuando no hay reglas, por definición, éstas no pueden ser violadas. El presidente Fox y el PAN han dicho hasta el cansancio que no existían reglas fijas ni límites para las precampañas de los aspirantes a la presidencia de la república de ese partido. La señora Marta Sahagún de Fox, que según la encuesta de María de las Heras sigue siendo la panista con mayor nivel de popularidad, apenas el viernes pasado, acompañada por las primeras damas (y por tres primeros caballeros que acompañaron a sus esposas a la cumbre de Guadalajara) en una reunión social en el rancho de la empresa Cuervo en Tequila, Jalisco, habló de su candidatura para algún puesto de elección popular y no pasó nada. El propio presidente Fox, consultado muchas veces sobre las legítimas aspiraciones de su esposa, dijo que le parecían justas y que sería ella la que decidiría: jamás la descalificó o, ante alguna declaración suya, le dijo que era inoportuna e imprudente. Muchas veces, dentro y fuera del PAN la señora Fox fue propuesta como candidata de ese partido: jamás el presidente le dijo públicamente a su esposa que no eran tiempos para pensar en eso.

El mismo viernes pasado, el líder panista en la cámara de diputados, Francisco Barrio Terrazas, otro hombre que aspira legítimamente a ser candidato del PAN, en una gira por Zacatecas, aceptó, públicamente, esas pretensiones: quiere ser candidato presidencial, y tiene derecho a buscarlo. El senador Carlos Medina Plascencia también lo ha hecho y hasta intentó, en su momento, conformar comités de apoyo a esa precandidatura. El secretario de Gobernación, Santiago Creel, quien es junto con la señora Fox, el más fuerte aspirante a esa posición, ha hablado sobre el tema muchas veces, ha tenido muchos encuentros, públicos y privados donde sus anfitriones lo han lanzado a la candidatura.

En ninguno de esos casos hubo una recriminación pública del presidente de la república: ni a Barrio, ni a Medina Plascencia ni a Creel. Pero el domingo, el presidente buscó deliberadamente el espacio, en una conferencia de prensa junto con el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, para hacer una declaración que si no provocaba una ruptura implicaba por lo menos una fisura inocultable en su siempre conflictiva relación con el panismo doctrinario: descalificó públicamente a Felipe Calderón por haber participado en un acto panista en Guadalajara (no durante sino después de terminada la cumbre y en un espacio que nada tuvo que ver con ella) tratándolo de "inoportuno y más que imprudente". No tuvo ni siquiera el detalle de haber hablado primero en privado con su colaborador para conocer su versión o adelantarle esas expresiones públicas que alcanzaron también al gobernador panista de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña. Ambos, el secretario de energía y el gobernador estaban extrañados, porque según dijo el propio Ramírez Acuña, el presidente Fox estaba informado de ese acto (que era público desde una semana atrás) y en ningún momento les hizo comentario alguno al respecto.

Supongamos que Felipe Calderón se equivocó. Que no debería haber participado en ese acto que se esperaba con no más de 300 personas y terminó siendo de tres mil. ¿Era consciente el presidente Fox o quienes le recomendaron ponerse tan duro con su miembro del gabinete del costo político interno que ello provocaría?¿tan poco conoce el presidente Fox a Felipe Calderón que no intuyó que ante una declaración así, éste, sin duda, presentaría su renuncia?¿es consciente el presidente Fox y su equipo en Los Pinos del peso real que tiene Calderón, figure muy alto o muy bajo en las encuestas, en el seno del panismo?¿habrá sido precisamente por ello, porque la corriente de Calderón fue la que ganó la última asamblea nacional del PAN, colocando como método de designación del candidato para ese partido la elección restringida sólo a sus militantes y adherentes, en lugar de la elección abierta que se impulsaba en Los Pinos, la que decidió que la acción contra Calderón fuera dura y disciplinaria, aunque ello lo dejara fuera del gabinete?

Las reglas deben ser parejas y quizás, con esta acción el presidente intente, aunque sea tardíamente, poner orden sobre este tema en su equipo. El problema es que ahora tendrá dos frentes que atender: uno interno, porque se le exigirá que a cualquiera de sus colaboradores o funcionarios, incluyendo legisladores y a su propia esposa, se le apliquen las mismas reglas. Y fuera de su equipo porque Calderón continuará su campaña en pos de la candidatura, pero ahora lo hará ateniéndose exclusivamente a las reglas que fije su partido (reglas que para las precampañas aún no ha fijado), con distancia hacia Los Pinos y con un bagaje crítico, autónomo, que obligará, por lo menos, a cualquier otro que busque esa candidatura a confrontarse en la lucha interna del partido con el ex coordinador de los diputados del PAN. Y en ese terreno, podrá sin duda ser derrotado o no, por Marta o por Creel, pero ambos no podrán, de ninguna forma resultar ser candidatos de unidad de su propio partido y, por lo tanto, estarán mucho más expuestos, con el agravante de que de aquí en más, no podrán hacer nada que se parezca al proselitismo porque sino se dirá que el presidente Fox expulsó a Calderón para favorecerlos a ellos.
Es un error presidencial y un error grave. En todo caso, hubiera sido mucho más efectivo establecer las reglas y hacer los regaños, si hubiera lugar, en el ámbito partidario, en privado, en la junta que el propio presidente realiza cada lunes con los dirigentes panistas de dentro y de fuera del gobierno y donde participaba el propio Calderón.

No se debe olvidar que fue el presidente Fox quien cambió los tiempos de las candidaturas e impuso el estilo de las precampañas: siendo gobernador de Guanajuato, la noche del 6 de julio de 1997, cuando aún no terminaba el recuento de las elecciones intermedias del sexenio pasado, fue cuando Vicente Fox anunció públicamente su precandidatura y comenzó un trabajo proselitista que le impuso (e imaginamos que le impuso para bien, porque ganó las elecciones) su candidatura presidencial al PAN para el año 2000. Pero incluso, ya en poder, cuando comenzaron las quejas de distintos sectores por la sucesión adelantada, fue él mismo quien dijo que el juego estaba abierto y que podía participar quien quisiera. Y así lo están haciendo Marta, Creel, Barrio, Medina Plascencia y el propio Calderón en el PAN, cada una con sus formas y sus posibilidades. Como lo está haciendo todos y cada uno de los días Andrés Manuel López Obrador desde el gobierno del DF, que hace ya mucho tiempo que se olvidó de aquello de que lo den por muerto y hasta ha anunciado que hará (¿con qué presupuesto?) una consulta en la capital del país para ver si la gente quiere o no que sea candidato. Y lo hace todos los días Roberto Madrazo (a quien cada vez los panistas y perredistas dejan en una posición más cómoda en el centro del espectro político), un hombre que piensa cotidianamente en ese objetivo claro e indubitable. Y lo hacen en el PRI, entre otros, también Enrique Jackson, Arturo Montiel, Manuel Angel Nuñez Soto, Tomás Yarrington, Beatriz Paredes, Miguel Alemán, Enrique Martínez. ¿Con qué cara se puede exigir la renuncia de Calderón, por haber adelantado los tiempos sucesorios, como lo hizo, entre otros, Leonel Godoy, si su jefe político, Andrés Manuel López Obrador lo hace todos los días?¿o de qué habla Andrés Manuel cuando se refiere al proyecto 2006 que quiere destruir el gobierno federal?

La sucesión ya está entre nosotros. No es una buena noticia, porque acota espacios y dificulta la gobernabilidad. Pero evitarlo era una tarea anterior que no se hizo. Lo que queda ahora es tratar de administrar ese proceso con la mayor pulcritud posible: la decisión presidencial sobre Felipe Calderón es, en este sentido, "inoportuna y más que imprudente".

El escándalo que viene

Ya está presente en los principales círculos empresariales y más temprano que tarde saldrá de ellos: el hijo de una de las figuras más prominentes de esta administración, con muchos intereses en la industria de la construcción, está haciendo lobbing para lograr algo que tiene indignados a muchos: quiere entrar ahora al negocio del cemento. ¿Quiere asociarse de alguna manera con Cemex, con Apasco, con Cruz Azul? No, todas las gestiones están orientadas a otro objetivo: quiere importar cemento de España, para competirle a la industria nacional. No entienden.

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