Debieron pasar diez años desde que comenzaron los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez para que, finalmente, hubiera un primer informe de labores de las instituciones del gobierno federal sobre qué está sucediendo en esa ciudad fronteriza. Hubo en diez años, aproximadamente 300 mujeres asesinadas, pero ese dato no se puede separar del hecho de que en el mismo lapso, los hombres asesinados, la mayoría por ajustes de cuentas entre grupos del narcotráfico, triplicaron esa cifra. Es verdad que no se trata del mismo fenómeno, pero querer desligar por completo a uno de otro sería un grave error.
