¿Tanto para nada?
Columna JFM

¿Tanto para nada?

Al momento de escribir estas líneas no teníamos aún información fidedigna de cómo había trascurrido la reunión entre el presidente Fox y el jefe de gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador. Lo que sabíamos era que el gobernante de la ciudad abandonó Los Pinos cinco minutos antes de que concluyera el encuentro; que se fue, dicen los reporteros, con cara de pocos amigos. Habrá que esperar hasta la conferencia de prensa de esta mañana para saber, es muy probable, si el jefe de gobierno aprovecha esta reunión para dar a conocer un nuevo capítulo, en cualquiera de sus versiones, de su telenovela preferida: ?Yo y mi desafuero?.

Al momento de escribir estas líneas no teníamos aún información fidedigna de cómo había trascurrido la reunión entre el presidente Fox y el jefe de gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador. Lo que sabíamos era que el gobernante de la ciudad abandonó Los Pinos cinco minutos antes de que concluyera el encuentro; que se fue, dicen los reporteros, con cara de pocos amigos y aventando lámina contra los propios reporteros en su muy protegido Tsuru que ahora va custodiado por un carro de guardaespaldas y precedido por dos motocicletas. Habrá que esperar hasta la conferencia de prensa de esta mañana para saber, es muy probable, si el jefe de gobierno aprovecha esta reunión para dar a conocer un nuevo capítulo, en cualquiera de sus versiones, de su telenovela preferida: "Yo y mi desafuero".

Pero antes del encuentro presidencial se dio otra de esas situaciones que son difíciles de comprender. Prácticamente a la misma hora, ayer, el presidente de la república y Santiago Creel, su secretario de Gobernación estaban participando en sendos actos. El primero habló en la sesión extraordinaria del Consejo Directivo de Nacional Financiera. El segundo participó en el foro sobre gobernabilidad que organiza la cámara de diputados en el cual, como dijimos ayer, la propuesta más novedosa y que ha generado mayores consensos, es la transformación del sistema político, iniciando por la creación de la figura de un jefe de gabinete que le otorgue un perfil semipresidencialista a nuestro sistema. En ello, en estos días estuvieron de acuerdo desde José Woldenberg hasta Manlio Fabio Beltrones, desde Beatriz Paredes hasta Cuauhtémoc Cárdenas.

Pues bien, según fuentes de la propia presidencia que informaron a los reporteros que acompañan al presidente Fox, éste utilizó la tribuna en Nacional Financiera para responder las advertencias sobre el agotamiento del sistema político y la necesidad de realizar reformas profundas en el mismo que se vertieron en la cámara de diputados. Dijo el presidente Fox que se necesita mantener la marcha del país con la misma dirección y el mismo rumbo para no afectar nuestro futuro. Agregó, para ser más explícito, que "hay quien habla de modificar el modelo económico o el modelo político para ir a un sistema semiaparlamentario o semipresidencialista". Yo me permito, agregó, "recomendar mucha prudencia y sobre todo mucho sustento en las ideas que se proponen, porque no hay duda de que la permanencia de la política pública es un factor decisivo para que se alcancen buenos resultados". Dijo que éstas son reformas propuestas "al vapor" que podrían detener el rumbo del país. No hay más ruta, pareció decir el presidente, que la nuestra, que la que se ha seguido hasta ahora, rechazando las reformas políticas que se propusieron en los últimos días.

El pequeño problema es que, como decíamos, a la misma hora estaba hablando Santiago Creel en ese mismo foro de la cámara de diputados desconocido por el presidente. Y Creel también coincidió con la idea de que el actual sistema está agotado, que no permite sustentar consensos y aceptó algo que han dicho muchos analistas en los últimos meses: parte de la parálisis es responsabilidad de los partidos por su escasa voluntad política; parte, agreguemos nosotros, puede devenir de la mala operación política del gobierno, pero también, coincidió Creel, es porque el actual sistema está agotado y se requieren cambios de fondo entre los que señaló, precisamente, esas reformas a la gobernabilidad que incluyen la creación de la figura del jefe de gabinete, entre otras propuestas. Y en esta ocasión Creel no se equivocó. Incluso se podría decir que su discurso estuvo avalado por un juicio terminante que pronunció el propio presidente Fox hace un par de semanas en Monterrey cuando él mismo dijo que el sistema presidencialista estaba agotado y requería de reformas de fondo. ¿Cuál era el verdadero diagnóstico del presidente?¿el que presentó en Monterrey o el de ayer en Nacional Financiera?

Sinceramente debemos desear que el de ayer haya sido un lapsus, o una mala interpretación de sus ideas. El español Joaquín Estefanía escribió hace un par de años un libro imprescindible en contra de lo que llamó "el pensamiento único" que demostraba precisamente esta tendencia de ciertos gobernantes a tratar de mostrar como único camino válido, sin opciones ni alternativas, el que ellos mismos o ciertas instituciones nacionales o internacionales, habían trazado. Y nadie podría acusar a Estefanía de ser un altermundista enemigo del mercado y la globalización. Como tampoco a los creadores de la llamada Tercera Vía que buscaba (y en parte ha tenido éxito) evitar precisamente esa visión de que no hay más que un rumbo posible y que cualquier cambio, cualquier modificación del mismo, produciría un grave retroceso nacional. Y si eso es aplicable a la economía con mucha más razón es aplicable a nuestro sistema político que se ve por todos lados arcaico, incapaz de responder con la velocidad que el país requiere a las exigencias de la sociedad. Y nada parece ser más urgente que una profunda reforma del sistema de gobierno. Al respecto ninguna de estas ideas, como la creación de la figura del jefe de gabinete, propuesto por el presidente y ratificado por el congreso, parece haber surgido de las prisas, no son ideas al vapor: llevamos años analizándolas y éste parece ser el momento adecuado para echarlas a andar.

Pero evidentemente, y una vez más, parece que algo sucede en el gobierno porque sus distintas áreas envían mensajes diferentes en torno a capítulos tan importantes como las reformas al sistema político del país. Pero, ése no es el problema: debemos preocuparnos porque López Obrador salió con cara de enojado de Los Pinos.

Por cierto, en la encuesta de María de las Heras de ayer, comparando la reunión de Fox y López Obrador con los títulos de algunas conocidas telenovelas faltó el de una película cuyo título podría haber enmarcado el encuentro. "tanto para nada".

La frontera sin control

El lunes se produjeron violentos enfrentamientos en Nuevo Laredo: en tres camionetas viajaban una veintena de hombres fuertemente armados que se tirotearon con varias patrullas en tres diferentes lugares del centro de la ciudad, matando a un agente y dejando a dos gravemente heridos. Esa misma tarde, en medio de una impresionante movilización del ejército, fue ocupada una casa en la que fueron detenidos 17 sujetos, portando nada más y nada menos que 38 fusiles de asalto Ak-47, diez mil proyectiles para estas armas, doce lanzagranadas con el parque necesario para utilizarlas, numerosas armas cortas, chalecos antibalas, cascos y equipo de intercomunicación. El jefe de este comando se suicidó antes de ser detenido. Lo extraño de esta historia es que no se trata del grupo hegemónico de esa ciudad en los terrenos del crimen organizado: los famosos Zetas, tampoco son parte de una poderosa banda que opera en los dos Laredos, Los Texas, sino que serían sicarios del narcotráfico que llegaron a esa ciudad provenientes de Sinaloa, para ajustar cuentas precisamente con los Zetas como represalia por el asesinato de Rodolfo Carrillo el 11 de septiembre pasado, en Culiacán. Ayer mismo, hubo otro fuerte tiroteo en Reynosa, con dos muertos. Cuando vemos este tipo de movilización, el tipo y la cantidad de armamento utilizado, la impunidad con que se mueven estos grupos, la extraña actuación de los cuerpos policiales locales (¿cómo localizaron con tanta rapidez a este grupo extraño y nunca pueden encontrar a los Zetas que operan cotidianamente en la ciudad y viven en ella, en Reynosa y en Matamoros sin ser molestados?), cuando vemos que estos 18 sicarios vivían en una casa propiedad de un ex director de la Aduana de Laredo y ex presidente municipal de la ciudad, ¿cómo nos pueden decir que el narcotráfico está retrocediendo en el país?

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