Que le urge el desafuero
Columna JFM

Que le urge el desafuero

¿Qué le pasa a Andrés Manuel López Obrador con su desafuero? Pareciera que le urge que se decida en torno al mismo porque quiere cerrar ya su paso por el gobierno capitalino y toda su lógica política está puesta en torno a un tema: la campaña electoral del 2006. Ello, no sólo por el contenido y las expresiones de sus cotidianas conferencias de prensa, sino también por sus giras proselitistas de fin de semana a los estados y la estructuración de su equipo de campaña, además de los amarres que está realizando el jefe de gobierno para tratar de imponer sus candidatos en el PRD nacional y del DF.

¿Qué le pasa a Andrés Manuel López Obrador con su desafuero? Pareciera que le urge que se decida en torno al mismo porque quiere cerrar ya su paso por el gobierno capitalino y toda su lógica política está puesta en torno a un tema: la campaña electoral del 2006.

Ello, no sólo por el contenido y las expresiones de sus cotidianas conferencias de prensa, sino también por sus giras proselitistas de fin de semana a los estados y la estructuración de su equipo de campaña, además de los amarres que está realizando el jefe de gobierno para tratar de imponer sus candidatos (Leonel Cota Montaño y Martí Batres, respectivamente) en el PRD nacional y del DF.

La insistencia en el tema del desafuero, ya lo hemos dicho en este espacio, tiene un par objetivos claros: por una parte, sirve para homogeneizar al partido en un situación que sigue marcada por las diferencias internas en el contexto de la elección no sólo de la nueva dirección nacional sino también de todas las direcciones estatales, incluyendo el DF. Pero si el jefe de gobierno es “víctima del régimen” el partido deberá unificarse en torno suyo y sus propuestas serán más transitables. Si sus adversarios lo critican, sobre todo dentro del propio PRD, se convierten, en automático, en traidores o aliados del enemigo, y con eso quedan inutilizados. Por otra parte, al jefe de gobierno le conviene que se resuelva de una vez el tema del desafuero, para tener el margen de tiempo necesario ya sea para avanzar en su campaña o para, en el contexto de la misma, instrumentar su defensa legal tratando de que el tema quede concluido legalmente antes del 15 de enero próximo que es la fecha límite para el registro de candidatos para el 2006.

La operación es delicada porque si el proceso de desafuero se alarga en la cámara de diputados, éste puede quedar, simplemente, en las manos de los jueces correspondientes. De todas formas, existiría un elemento que se debe tomar en cuenta: ¿mantiene López Obrador su fuero aunque haya solicitado licencia a su cargo? El antecedente votado por los diputados para el caso Bejarano, luego de un acuerdo entre Emilio Chuayffet y Pablo Gómez, aunque parezca irracional, ha determinado que no se pierde el fuero aunque se solicite licencia al cargo. Entonces no tendría porqué haber tanta presión.

El punto es que en marzo coincidirán las elecciones internas en el perredismo con la decisión de la cámara respecto al desafuero y el jefe de gobierno también para esa fecha buscará dejar el gobierno capitalino. Por eso la inauguración apresurada del segundo piso (el acto protocolario será el próximo domingo, pero la obra tardará en estar terminada entre dos y tres meses más, ¿qué sentido tiene inaugurar la obra ahora cuando no está concluida sino se tratara de adelantar los tiempos para estar listo para cualquier decisión posterior?); por eso la decisión (tan errónea) de no aceptar incorporarse al seguro popular (es la única entidad del país que no se ha incorporado es el Distrito Federal, pero eso ya lo analizaremos en otra oportunidad) o la tensión en su equipo de cara al futuro.

El punto es que lo más probable es que no haya desafuero. Obviamente la bancada perredista votará en contra del mismo, pero también el PRI (y en eso podrían coincidir Madrazo y varios de sus adversarios) pareciera estar decidido a no alimentar la estrategia de la victimización de López Obrador y dejar que, en todo caso, el asunto se canalice a través del poder judicial, cuando el jefe de gobierno pierda el fuero. Este a su vez pareciera estar incitando cada vez más a sus adversarios para “demostrar” el día de mañana que fue él quien les dobló las manos y no una decisión de ellos. El PAN, sin duda, seguirá en su línea y en buena medida tiene razón en insistir en ella, porque no quiere cometer el mismo error del año 2000, cuando por acuerdos cupulares decidieron no presentar una impugnación a la candidatura al DF de López Obrador ante el Trife, pese a que éste no cumplía con los requisitos de residencia para ser candidato, lo que en su momento fue denunciado tanto por Demetrio Sodi como por Pablo Gómez. Dicen los panistas que no volverán a cometer el mismo error.

Por lo tanto, preparémonos para la continuación del show del desafuero en los próximos días, ahora enmarcado en la tercera o cuarta inauguración de los segundos pisos (aunque no estén terminados). López Obrador ya se está olvidando de la ciudad y todo su interés ya está en la campaña.

Gabino Cué, a la cárcel

Gabino Cué, en una acción política que confirma que es un hombre derecho, de principios, decidió ayer y lo hizo público, no continuar con la ruta del hostigamiento personal y físico al que lo está sometiendo el gobierno de Oaxaca ante la perplejidad no sólo de la sociedad oaxaqueña sino también de muchos priistas que no pueden comprender la falta de talento y capacidad política de las autoridades de ese estado, que se han lanzado a una campaña de descalificación y presión a todo tipo de oposición, política, mediática, social, que no acepte sus condiciones. El domingo, Gabino se presentará en Oaxaca e irá directamente al penal, asumirá su defensa si es necesario desde la cárcel y le dará a su persecución el verdadero sentido que ésta tiene: la de un perseguido político, será el preso político que señale la inequidad y la intolerancia de la administración de Ulises Ruiz.

Porque el tema, además, no es menor ni local. La propia dirección nacional del PRI tendría que tomar decisiones al respecto, porque pocas cosas pueden hacerle mayor daño de cara al futuro. ¿Está será la estrategia del PRI si gana el 2006?¿si gana por un par de puntos como Ulises Ruiz, lo primero que hará es perseguir a sus opositores en la política y los medios?¿nadie en el priismo le quiere o le puede poner un alto a tanta intolerancia y torpeza política? Eso es lo que refleja el espejo oaxaqueño con la persecución a Gabino; con la persecución al periódico Noticias (lo que ya ha ocasionado una intervención oficial de la Sociedad Interamericana de Prensa); al Frente Huatleco, a sectores del PRD que no contemporizaron con el anterior o el actual gobierno estatal; a defensores de derechos humanos como la dirigente de CENCOS agredida el fin de semana. Los únicos que parecen no comprender que Oaxaca es un polvorín (sólo es necesario hacer un recorrido por los periódicos de las últimas semanas para comprobar como, todos los días, ha habido conflictos violentos en todos los rincones de la entidad) son las autoridades del estado, que un día sí y el otro también, le acercan lumbre a los conflictos pensando que esa es la mejor forma de evitar una explosión. A todo esto ¿qué hacen las autoridades federales?

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