La (mala) decisión de Santiago
Columna JFM

La (mala) decisión de Santiago

Quienes creen que para el 2006 las cosas ya están decididas, que los candidatos que ahora se nombran en los medios serán ya inamovibles, que las encuestas de popularidad, que ahora se difunden tendrán relación con los resultados de los próximos comicios federales, se equivocan. Poco es lo que está en realidad decidido a esta altura de las virtuales precampañas y son muchas las alternativas que se pueden dar en los tres principales partidos.

Quienes creen que para el 2006 las cosas ya están decididas, que los candidatos que ahora se nombran en los medios serán ya inamovibles, que las encuestas de popularidad (que no son de preferencias electorales) que ahora se difunden tendrán relación con los resultados de los próximos comicios federales, se equivocan.

Poco es lo que está en realidad decidido a esta altura de las virtuales precampañas y son muchas las alternativas que se pueden dar en los tres principales partidos. Este fin de semana lo demostró: pese a todo el acarreo de élite realizado, esta inauguración (la tercera) del segundo piso del Periférico realizada ayer por López Obrador, estuvo por debajo de la muy lucidora realizada hace algunos meses, y el lanzamiento de Cuauhtémoc Cárdenas le agregó al jefe de gobierno una preocupación adicional (cuya gente está tratando de solucionar con una campaña anticárdenas que les debería dar, lisa y llanamente, vergüenza).

En el otro extremo, los partidarios de Roberto Madrazo tuvieron que organizar de apuro un relanzamiento de su candidato ante la presión que les colocó la decisión de los gobernadores y senadores de la Unidad Democrática de decidir, ahora sí, contar con un solo aspirante para enfrentarse al actual presidente del partido. Quizás por las prisas, el acto no fue lo que se esperaba y en poco le aportan, más bien al contrario, los respaldos que recibió el sábado: salvo alguna excepción, los gobernadores que los acompañaron están lejos de ser los más prestigiados del tricolor. Manuel Andrade ha perdido constantemente terreno ante el PRD y, evidentemente, es el gobernador dejado por Madrazo en Tabasco, lo increíble sería que no lo apoyara. Ulises Ruiz por lo único que ha destacado en el mes y medio que lleva en el poder es por ser más represivo e intolerante que José Murat, algo difícil de creer (por cierto, en una reunión en el Club de Banqueros, el viernes pasado, de dirigentes priistas, la mayoría de ellos madracistas, se le habría cerrado el paso a Murat en su pretensión de convertirse en líder de la CNOP: allí se rechazó que Murat pudiera ocupar esa posición y se ratificó en ella a Manlio Fabio Beltrones). René Juárez, otro de los apoyos, está a punto de perder la elección en su estado, Guerrero, ante el perredista Zeferino Torreblanca que cada día recibe más apoyo de grupos priistas disconformes. Carlos Hurtado no es un gobernador conocido fuera de Campeche o con peso nacional y Joaquín Hendrix seguramente podrá hacer ganar a su candidato Félix González en Quintana Roo pero ha sufrido una escisión importante en el priismo estatal con la salida de Addy Joaquín que como candidata del PAN quedará en segundo lugar en ese estado. Madrazo, sin duda, sigue siendo el más probable candidato del PRI y tiene respaldos importantes (y gente seria que es parte de su equipo), pero en nada ayuda a su imagen que esos, la mayoría tan desprestigiados, gobernadores, se presenten como los hombres que lo van a acompañar en su aventura electoral.

Pero el fin de semana fue peor para Santiago Creel. El secretario de gobernación también sigue como el favorito en el panismo para ser el candidato presidencial, pero esta semana cometió un par de errores que podrían costarle demasiado caros. Primero, en la reunión que mantuvieron los precandidatos presidenciales y a la presidencia de la partido al inicio de la semana, Creel rechazó la candidatura de unidad que le estaban planteando lo otros aspirantes para la presidencia del partido, en la figura de Carlos Medina Plascencia. Apostó a las cartas de Juan José Rodríguez Prats, el más cercano a Creel de los aspirantes a encabezar el CEN blanquiazul pero cuyo pasado priista pareciera condenarlo a no alcanzar esa posición, e incluso a Manuel Espino, que representa las posiciones más extremas, más derechistas del panismo con las que Creel, por historia y congruencia, se supone que no está de acuerdo. Fue un error y grave, sobre todo para quien se considera el favorito en la contienda interna: no puede mostrarse como el que no quiso la candidatura de unidad en su partido, reflejada además en uno de los precandidatos presidenciales que había logrado el respaldo de los otros involucrados en la contienda interna, como Medina. Cuando Felipe Calderón habló de la falta de “generosidad política” de algunos de los participantes, el adjetivo la cayó al secretario de Gobernación y cuando Germán Martínez -para abrirle el camino a la candidatura del CEN panista a Medina Plascencia- renunció denunciando la “intolerancia y derechización” de su partido, una vez más le cayó el adjetivo a Creel y en esta ocasión a su extraño aliado, Manuel Espino (que el viernes todavía intentó en Los Pinos frenar la candidatura al partido de Medina Plascencia, lo que no ayuda en nada ni a Espino ni a Creel).

A principios de la semana y luego del fracaso de la reunión cumbre, parecía que no habría candidatura de unidad y que todo iría hacia una confrontación interna con varios aspirantes al partido. Pero en un par de días todos los adversarios de Creel lograron ponerse de acuerdo en relanzar a Carlos Medina Plascencia y apenas este sábado el ex gobernador de Guanajuato se convirtió en aspirante a esa posición pero además en el aglutinador de una serie de fuerzas internas en el panismo que hará prácticamente imposible que resulte derrotado el próximo 5 de marzo. La mala lectura de Creel lo llevó, por segunda vez, a no respaldar esa candidatura interna, pero entonces se lo vio nuevamente aislado del resto del PAN e incluso de la mayoría de sus compañeros de gabinete. En el lanzamiento de Medina estuvieron los otros precandidatos: Felipe Calderón, Francisco Barrio, Alberto Cárdenas; estuvieron varios gobernadores panistas; estuvo el líder histórico más importante del PAN, don Luis H. Alvarez; estuvo Germán Martínez, que renunció para que Medina Plascencia tuviera el apoyo pleno de los calderonistas y que seguramente será el próximo líder del PAN en la cámara de diputados cuando Barrio se vaya tras la candidatura presidencial; estuvo parte del equipo más influyente del foxismo, desde Eduardo Sojo hasta Rodolfo Elizondo, desde Josefina Vázquez Mota hasta Javier Usabiaga. No estuvo Diego Fernández de Cevallos pero ello es comprensible por la larga disputa que Diego ha tenido a lo largo de los últimos años con Medina Plascencia. Para colmo el acto terminó casi como un mitin de apoyo a Medina Plascencia pero también a Felipe Calderón.

¿Le conviene a Creel haberse aislado de esta manera dentro de su propio partido? Sin duda no. Es verdad que el secretario de Gobernación tiene varios respaldos de personajes y espacio de poder muy importantes, pero no debería olvidar que la elección del candidato será sólo entre adherentes y militantes del partido y que el propio sábado, en la reunión del Consejo Nacional (donde quizás comprendiendo la magnitud del error cometido horas antes al no apoyar la candidatura de Medina Plascencia, el secretario de Gobernación se tomó un par de fotos con éste que incluso algunos periódicos, seguramente por error, indicaron que se habían tomado en el desayuno de destape del guanajuatense) se votó que ninguno de los aspirante a la candidatura presidencial podrá contar con estructuras paralelas, como lo fue Amigos de Fox en su momento, para financiar su campaña.

Claro que Creel todavía puede ganar la candidatura pero con las decisiones adoptadas el fin de semana ha logrado, primero, aparecer abiertamente como enfrentado con todo un importante sector del PAN y de su propio gobierno, y segundo, polarizar la elección interna entre él mismo y Felipe Calderón. Ninguna de las dos cosas son buenas noticias para su causa.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Salir de la versión móvil