Como adelantamos en este espacio el martes, Elba Esther Gordillo ni deja su cargo en la secretaría general del PRI ni mucho menos abandona la política. Ayer, en la instalación del nuevo Consejo Político Nacional del PRI se divulgó un comunicado de la secretaria general del partido que no deja dudas al respecto y que desmintió las declaraciones de varios dirigentes cercanos a Roberto Madrazo, en el sentido de que la maestra dejaría junto con el presidente del partido su cargo el próximo 15 de julio.
Como adelantamos en este espacio el martes, Elba Esther Gordillo ni deja su cargo en la secretaría general del PRI ni mucho menos abandona la política. Ayer, en la instalación del nuevo Consejo Político Nacional del PRI se divulgó un comunicado de la secretaria general del partido que no deja dudas al respecto y que desmintió las declaraciones de varios dirigentes cercanos a Roberto Madrazo, como Humberto Roque Villanueva, en el sentido de que la maestra dejaría junto con el presidente del partido su cargo el próximo 15 de julio.
Como aquí le adelantamos hace una semana, Madrazo se había reunido con Gordillo en San Diego y simplemente no se habían terminado de poner de acuerdo sobre el proceso de reemplazo del dirigente partidario. También Gordillo se reunió días después con los integrantes de Unidad Democrática y si bien tiene un acercamiento mucho mayor con ellos que con Madrazo, tampoco es verdad lo expresado por el gobernador de Sonora, Eduardo Bours en el sentido de que la líder del SNTE se incorporó a ese grupo. En su comunicado Gordillo confirma que “ha superado los problemas de salud, después de un largo tratamiento médico” y que el 15 de julio, si no es antes, podría reaparecer en la reunión priista en la que Madrazo supuestamente presentará su renuncia a la presidencia del partido: será para esa fecha cuando sabremos, de verdad, si hay un acuerdo entre los diferentes actores del priismo para operar esa sucesión en la presidencia del partido. Recordemos que, según los estatutos del PRI si Madrazo renuncia a su cargo, en forma automática la presidencia del partido recaerá en Gordillo, salvo que la propia Elba Esther decida no aceptarlo. No hay más salida para ese dilema en el marco legal actual, pero está pendiente el debate la discusión del artículo 7 transitorio de los nuevos estatutos priistas que le dan al consejo Político la posibilidad de modificar la regla de reemplazo de sus dirigentes. Ayer, una vez más, se aplazó ese debate y queda pendiente, como un desafío cruzado, entre Madrazo y Gordillo de cara al futuro. Pero el 15 de julio será una fecha clave para saber si se pusieron de acuerdo o si uno de los dos parpadea primero.
Si nos atenemos al discurso de Madrazo en el Consejo Político no tendría que existir problema alguno: Madrazo dio un buen discurso e hizo un llamado a la unidad partidaria, a una política incluyente, porque el voto duro de su partido, como dijo, no es suficiente para ganar el 2006. Incluso Madrazo elogió a sus adversarios internos en Unidad Democrática, particularmente a Natividad González Parás, a Arturo Montiel y Enrique Martínez. También fue generoso con Beatriz Paredes a la que prácticamente confirmó como postulante al Distrito Federal. Incluso adelantó que “su amiga Elba Esther Gordillo”próximamente reasumirá, como lo confirmó luego la propia Gordillo, sus actividades políticas.
Es más, en el Consejo Político hubo otra buena señal con la designación de uno de los más serios dirigentes del priismo, Mariano Palacios Alcocer, como nuevo secretario técnico del consejo, quien tendrá un papel fundamental en el control del proceso interno de selección de candidatos.
Y sin embargo, el rencor y la amenaza de violencia continúa allí. Mientras Madrazo hacia esas ofertas de diálogo y acuerdo, desde el día anterior, uno de sus más cercanos colaboradores de muchos años, el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, agredía e insultaba en sus declaraciones a Elba Esther Gordillo y al ex gobernador (y dirigente de la CNC), Diódoro Carrasco, incluso amenazaba a éste conque no se presentara al consejo porque mandaría a los delegados de Juchitán a que “lo encueraran” en el acto. Por supuesto pidió también la expulsión de los que llamó los “traidores”. ¿Cuál fue la traición? Un acto de congruencia: criticar, hace un año, al antecesor de Ruiz y evidentemente su todavía jefe político, José Murat, por el autoatentado ocurrido el 18 de marzo del año pasado, en el que murió un policía auxiliar en medio de lo que, según la investigación de la PGR, fue un enfrentamiento a disparos entre los propios custodias del entonces gobernador, con él presente en los hechos. Por algún acuerdo político de esos que hacen desconfiar a la gente de la procuración de justicia, el gobierno federal presentó la conclusión de las investigaciones pero no avanzó en ninguna acción penal respecto a ese delito. A ver si ahora el nuevo procurador general de la república, Daniel Cabeza de Vaca recuerda que tiene ese expediente en su escritorio.
Pero el hecho es la demostración de lo que puede ser un doble discurso, que es, precisamente, lo que genera la desconfianza en las auténticas intenciones de unidad de la actual dirigencia priista. Madrazo tiene todo el derecho de ser muy amigo de Ruiz o de Murat (al que ubicó en su comité ejecutivo en la inverosímil responsabilidad de encargado de las relaciones internacionales de su partido) pero no generara acuerdos si sus colaboradores más cercanos se la pasan insultando y agrediendo a las mismas personas que el presidente del partido llama a la unidad. Por lo pronto, ayer hablábamos en la tercera emisión de Imagen Informativa con Mariano Palacios Alcocer a quien le pareció inadmisible la posición de Ulises Ruiz y esa forma de hacer y entender la política.
Si en el PRI quieren conservar la unidad, Madrazo deberá recurrir mucho más a personajes inteligentes y respetados como Mariano Palacios y olvidarse de los hooligans que tanto ponen en duda sus verdaderas intenciones políticas.
Las distracciones del hombre del Palacio
López Obrador no quiere debatir con Cárdenas sobre su proyecto de nación; tampoco quiere ya, en sus conferencias de prensa matutinas, hablar de los problemas de la ciudad que gobierna, ya sea de la inseguridad o de la rendición de cuentas sobre las obras realizadas. La idea es distraer al respetable todo lo posible hasta que en julio deje esa responsabilidad y seguir jugando ya no sólo a que es el único candidato posible de su partido sino, incluso, a que ya ganó la elección del año próximo. Por eso la insistencia en irse a vivir a Palacio Nacional (como dice María de las Heras sería bueno preguntarle como conectará todas las instalaciones de ese monumento histórico con fibra óptica para tener un buen sistema de cómputo y un buen acceso a internet ¿o pensará que esos instrumentos también que deben olvidarse para regresar a ese pasado que tanto representó en Palacio Nacional, Porfirio Díaz?) y ahora, también puntualmente para continuar con la distracción, se “filtró” que el jefe de gobierno tiene novia. Qué bueno por él, pero uno preferiría que nos diga qué hará si llega a la presidencia de la república cómo dice, independientemente de sus relaciones sentimentales y sus aspiraciones inmobiliarias.
El presidente y los legisladores
El lunes, con un retraso de cinco meses respecto a la cita que éstos habían solicitado, el presidente Fox recibió a los legisladores federales del PAN. Debería ser motivo de reflexión en el presidente y en el PAN el que de los 149 legisladores panistas, sólo hayan llegado a esa cita con el primer mandatario, poco más de la mitad, unos 80 legisladores. ¿Usted cree que hace cuatro años hubiera sucedido lo mismo?