Madrazo y Gordillo: ¿ni venganzas ni perdones?
Columna JFM

Madrazo y Gordillo: ¿ni venganzas ni perdones?

En una de esas frases perfectas que solía utilizar, Jorge Luis Borges decía que ?yo no habló de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón?. Hay que reconocer que Elba Esther Gordillo no es precisamente Borges, pero el domingo, luego de encontrarse con Roberto Madrazo, dijo algo en el mismo sentido, que ella no regresaba con ?corajes ni rencores?, que ?no apuñalará? a nadie por la espalda.

Para mis amigos Alicia y Ariel, por la llegada de Guillermo

En una de esas frases perfectas que solía utilizar, Jorge Luis Borges decía que “yo no habló de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”. Hay que reconocer que Elba Esther Gordillo no es precisamente Borges, pero el domingo, luego de encontrarse con Roberto Madrazo, dijo algo en el mismo sentido, sostuvo que ella no regresaba con “corajes ni rencores”, que “no apuñalará” a nadie por la espalda, en obvia referencia a que no boicoteará desde la presidencia del PRI la precandidatura de Madrazo, y que respetará las decisiones del Consejo Político Nacional, mientras el propio CPN priista respete las leyes. Sino es así, advirtió está dispuesta a “muchas cosas”.

En los hechos, el acuerdo de Madrazo y Gordillo del domingo lo que hace es despejar, por una parte, el camino para que se dé, ahora sí, en los próximos días la renuncia del primero a la presidencia del partido y la presentación de la maestra como presidenta del partido en sesión del CPN. El mismo día del encuentro, ambos aceptaron que aún no están definidos los tiempos que durará el mandato de Elba Esther al frente del PRI, pero se percibe difícil que pueda ser menor, por lo menos, a los 60 días, periodo en el que se daría el proceso de elección del propio candidato de ese partido. Elba Esther, ya lo ha dicho, considera que tiene derecho a permanecer en ese cargo hasta que concluya el periodo, en diciembre del 2006, pero sin duda es conciente de que el factor tiempo también es parte de la negociación que deberá darse entre los diferentes factores de poder del priismo.

Cuando fue la última reunión, en Saltillo, de los integrantes de Unidad Democrática (pocos días antes de la designación de Arturo Montiel como precandidato de esa corriente), con Madrazo y Gordillo, el presidente del partido aceptó que Elba Esther tenía todo el derecho de reemplazarlo al frente del tricolor, pero que él no se podía hacer responsable de lo que sucedería en el CPN cuando se presentara la maestra a reemplazarlo. En buena medida es verdad, pero nadie lo creerá: es verdad que Madrazo no puede controlar a los mil 200 integrantes del CPN priista, pero también lo es que sí puede controlar a los hooligans de esos grupos, que en buena medida dependen de él, como los Murat, los Ulises Ruiz, los Martell (quien por cierto, por el orden de prelación establecido pasaría de secretario de organización a secretario general del partido). También a los delegados de Tabasco y Campeche que lo respaldan. La disyuntiva es compleja porque la oferta más importante que puede hacer Madrazo de cara al proceso electoral es que, primero, resulta confiable, pero que, por sobre todas las cosas, puede tener un control sobre los hilos de la conducción del país que hoy parecen estar en muchas ocasiones sueltos. La pregunta sería inevitable: ¿cómo podrá controlar Madrazo los hilos del país si no puede controlar a los suyos para darle un tránsito civilizado a una reunión del CPN del partido que él mismo preside? Que los hooligans priistas son capaces de muchas cosas lo vimos el jueves con el borrego que se lanzó desde una comida en Oaxaca, previa, decíamos, a la reunión de la Conago, contra Enrique Jackson, un chisme sin fundamento alguno y que aparentemente buscaba, entre otras cosas, dificultar la llegada de éste el primero de septiembre a la presidencia del senado.

El momento del cambio de la dirigencia en el PRI ante la renuncia de Madrazo, es importante para Gordillo, pero no me cabe duda que será más importante, aún, para el propio Madrazo. Nadie le pedirá, ni la mayoría de los miembros de Unidad Democrática que también tienen sus diferencias con Gordillo, que sus partidarios la reciban con bombos y platillos, incluso que no haya renuncias en el CEN, que sin duda las habrá, pero sí que la sesión tome un curso, como decíamos, civilizado y que se respete la normatividad interna del partido. En ese contexto, el tema de la duración del mandato de Elba Esther sería objeto de una negociación que podría ser fructífera para las distintas corrientes del priismo.

Ese es el paso clave que deberán superar los priistas antes de la elección interna y, además, la que determinará el sentido que podría tomar ésta. Algunos dirán que las diferencias entre Madrazo y Gordillo son tan insalvables que no hay más posibilidad que la colisión. Puede ser, pero suelen olvidar el pragmatismo de ambos dirigentes, la capacidad de ponerse de acuerdo en lo fundamental aunque existan diferencias personales enormes entre ellos. Saben que con lo que están jugando es con la posibilidad de regresar al poder y que ambos pueden ganar, y mucho, si las cosas les salen bien. Existe, además, un factor a considerar, tanto cuando se habla de Madrazo y Gordillo como de Montiel: como casi nunca antes en los últimos años podría existir ahora entre los tres una suerte de árbitro para tejer acuerdos y buscar escenarios comunes. Ese factor vive por el sur de la ciudad de México y se llama Carlos Salinas.

Sindicatos e informalidad

La alianza sindical realizada por la CTM, el CT y la UNT para oponerse al cobro de ISR sobre prestaciones es un dato que no puede ocultarse y, todo indica que obligará a las autoridades a echar para atrás esa legislación. Se trata de una inteligente acción política y probablemente de una mala decisión fiscal. En realidad, en lo que los sindicatos tendrían que poner toda su atención es en el crecimiento de la informalidad, aún en el marco de empresas legalmente establecidas, que deja a miles de trabajadores no sólo sin pagar impuestos (con lo que se aumenta la carga sobre los que tienen empleos formales) sino que además los deja sin protección alguna. Y esas opciones crecen cotidianamente en nuestro país y son mostradas, incluso, como negocios paradigmáticos.

Por ejemplo ¿qué hacen los sindicatos en casos como los de Big Cola o Bon Ice? Esta última, de origen colombiano, contrata gente en un marco de completa informalidad, les ofrece un uniforme y una congeladora para vender helados entre los automóviles, en la calle. Cobran una comisión de lo que venden. Algunos los consideran pequeños empresarios emprendedores, en realidad se trata de trabajadores informales que, si por ejemplo, sufren un accidente no tienen protección alguna, tampoco pagan impuestos y la empresa que los “contrata” no tiene costos fiscales ni laborales. Lo mismo sucede con otras empresas como la peruana Big Cola, presentada también como un negocio ejemplar: resulta que de sus mil 400 trabajadores sólo 165 realmente trabajan para la empresa, todos los demás lo hacen para centros de distribución pero ninguno es contratado por esa empresa sino por empresas fantasmas que no tienen, siquiera, permiso para trabajar como repartidores de carga. Ninguno de esos trabajadores está formalmente “contratado” y esas empresas no se hacen responsables ni de su seguridad laboral ni de los daños que puedan ocasionar. Son trabajadores que también están desprotegidos. Y lo mismo sucede con muchas otras, desde la Omnilife del muy cuestionado Jorge Vergara (sí, el mismo que es presidente de la Chivas del Guadalajara y que se jacta de tener el avión privado más grande de México) hasta la firma de cosméticos Avón, pasando por empresas de seguridad y limpieza de todo tipo.

Qué bueno que los sindicatos se unan para defender una causa, como el ISR sobre prestaciones, que consideran justa, pero deberían comprender que ese tipo de empresas son, en estos momentos, las que más daño le están haciendo al mercado laboral en nuestro país.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *