Dos videos a tres bandas
Columna JFM

Dos videos a tres bandas

La divulgación de los nuevos videos de la aparentemente bien nutrida videoteca Ahumada, abre la temporada de caza para las elecciones del 2006. Así debe ser entendido: no es un capítulo más de un ciclo que comienza ya a desgastarse por la sobreexposición, sino el inicio de uno nuevo que formará parte de la guerra sucia, de la propaganda negra o contra propaganda que caracterizará la elección del año próximo.

La divulgación de los nuevos videos de la aparentemente bien nutrida videoteca Ahumada, abre la temporada de caza para las elecciones del 2006. Así debe ser entendido: no es un capítulo más de un ciclo que comienza ya a desgastarse por la sobreexposición, sino el inicio de uno nuevo que formará parte de la guerra sucia, de la propaganda negra o contra propaganda que caracterizará la elección del año próximo. Si éste fue el primer capítulo, el prólogo lo escribió la información que sacó, en unas horas, de la precampaña a Arturo Montiel. Y en parte, sólo en parte, es también una respuesta a ese hecho.

En realidad para analizar este hecho hay que partir de un dato básico: no estamos hablando de un video sino de dos, que aparentemente llegaron de distintos ámbitos y con objetivos también diferentes, pero que al ser editados de manera conjunta por el medio que los dio a conocer modificó y obviamente enredó su lectura.

Un video, el que muestra a Gabino Cué con Carlos Ahumada, salió del estado de Oaxaca. El dato que deja pocas dudas respecto a ello, es que la fracción parlamentaria de diputados priistas de ese estado, anunció que haría una conferencia de prensa el viernes para dar a conocer ese video. Se le adelantaron en Reforma pero presentaron no sólo esa cinta sino también otra, donde Ramón Sosamontes le “regresa” un millón de dólares a Carlos Ahumada. Ese otro video, podría haber llegado desde el propio perredismo capitalino con varios objetivos, entre otros, quitarle la atención al primero, donde dos potenciales aliados de López Obrador se encuentran involucrados (Gabino y César Raúl Ojeda), llevándolo hacia el dinero, Ramón Sosamontes y Carlos Ahumada, y por vía indirecta tratando de afectar a Jesús Ortega, que la semana pasada recibió el apoyo de Cuauhtémoc Cárdenas y de toda esa corriente de izquierda en la que históricamente ha militado Sosamontes. Por eso, al juntar los dos videos, la lectura se torna confusa. Pero por lo menos, con lo sucedido, se puede ver que son tres las bandas que con ellos han sido tocadas.

Primera Banda. Dos aliados muy importantes de López Obrador: Gabino Cué y César Raúl Ojeda. En el caso de Gabino por lo que se ve en el video no se está cometiendo delito alguno: se trata de un candidato que está solicitando apoyo a un empresario y al que éste le dice que sólo podría dárselo si le cumplen ciertos compromisos. La parte más comprometedora de la conversación es cuando Ahumada habla del respaldo que le dio a su amigo César Raúl Ojeda en sus dos campañas en Tabasco, un apoyo que ya estaba ampliamente documentado pero que ahora se confirma. El detalle es que Ojeda no sólo es o era un íntimo amigo de Ahumada y que éste le apoyó en el financiamiento de su campaña, sino que ahora Ojeda es uno de los dirigentes de las redes de apoyo a López Obrador, acaba de ser designado, por tercera ocasión y con todo el respaldo de AMLO, a la gubernatura de Tabasco y, además, es el coordinador de los senadores perredistas. ¿Otra vez una persona cercanísima a López Obrador en tratos con Ahumada y el ex jefe de gobierno sigue insistiendo en que nada sabía de esas relaciones? El golpe está dado. Pero va más allá y explicaría el interés del priismo oaxaqueño en divulgarlo: Gabino Cué obtuvo más de 40 por ciento de los votos en la última elección en Oaxaca y ahora todo apuntaba que en alianza de Convergencia, su partido, con el PRD, sería candidato a senador en el estado y podría obtener muchos votos para su causa y para López Obrador. Lo mismo sucede con Ojeda, que está en Tabasco en aproximadamente el 40 por ciento de expectativas de votos. Ambos estados: Oaxaca y Tabasco, en una votación tan concentrada en algunos puntos como la tiene el PRD, son claves. Este video golpea a sus principales cartas potenciales en ambas entidades. Con dos datos adicionales: le da un raspón a José Murat, cuando Ahumada dice que lo apoyó en su campaña y luego le anuló a la mala una licitación para dársela a otro constructor, y le da fuerza (incluso por el rozón, en nada involuntario a Murat) a un personaje cercanísimo a Roberto Madrazo con obvia influencia en los dos estados involucrados: el gobernador Ulises Ruiz. Que el video, por lo menos en su última etapa provino de allí, lo demuestra, insistimos, el hecho de que fueron sus diputados los que habían anunciado su difusión el mismo viernes. Y también, lo confirmaría una declaración enigmática de Madrazo de ese mismo viernes, cuando le dijo a López Obrador que si arrojaba cáscaras de plátano, podía sufrir resbalones.

Segunda banda. La contienda interna en el PRD por la candidatura del DF se ha tornado cerrada e inclemente. El otro video, el de Sosamontes entregando dinero a Ahumada, ha servido para dos cosas y probablemente por eso fue soltado cuando se esparció, desde un par de días antes, que había un nuevo video de Ahumada que golpearía a López Obrador. Primero, sirve para distraer: es más espectacular (e implica muchas más cosas) ver a un político que llega con un millón de dólares a la oficina de un empresario, que ver a un candidato solicitarle dinero a ese mismo empresario, aunque en este caso la conversación tiene muchísimas más implicaciones políticas, sobre todo porque en el video del dinero, el audio o no se registró o ha sido prácticamente borrado y entonces no se puede saber si la versión que da Sosamontes de que él estaba regresando ese “aporte” a Ahumada es cierta o no. Pero la imagen del político y el empresario con una maleta con un millón de dólares en efectivo ahí está.

El segundo punto de interés es que exhibiendo a Sosamontes se trata de golpear a Ortega. Ramón siempre ha militado en las corrientes que hoy apoyan a Ortega para el DF, que la semana pasada recibió el apoyo de Cuauhtémoc Cárdenas. Es un intento de señalar a ese grupo como corrupto y obviar la evidente corrupción de la principal corriente de apoyo a Ebrard, la de René Bejarano y Dolores Padierna, que ha sido, simultáneamente, el mayor lastre en su campaña, un lastre del que no se puede deshacer porque sino se queda sin nada.

Tercera banda. Con todo López Obrador, aunque sea tangencialmente, vuelve a ser golpeado. No creo que estos videos le quiten ni un solo voto duro, pero le llegan a los electores llamados switchers, cambiantes, que vuelven a ver a la gente cercana al candidato perredista envuelta en actos que resultan, en muchos casos, imposibles de explicar o simplemente sospechosos. Y una vez más, el candidato y su partido, en lugar de dar una explicación (porque ella, insistimos, es imposible) se ve obligado a regresar a la teoría del complot que busca atacar los efectos de un fenómeno (la divulgación de los videos) en lugar de los hechos de fondo (que es la presunta o real corrupción de varios de los hombres más cercanos al entonces jefe de gobierno y ahora candidato, y la insostenible insistencia de éste en decir que desconocía todos esos hechos). Ese golpe, aunque por el impacto de los anteriores videos, podría ser menor en este caso, no debe ignorarse, sobre todo porque, como decíamos, éste no es el fin de un ciclo sino el principio de la temporada de caza electoral 2006.

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