Emilio Chuayffet, líder de los diputados priista dice, que en su partido ?solo hay de dos sopas: apoyas a Madrazo o estás fuera de él?. El mensaje es contradictorio porque ayer mismo Madrazo dijo que no habría ninguna purga en el PRI y en miércoles comenzó hablando en su discurso de la toma de protesta como candidato presidencial de la tolerancia y del reconocimiento a las diferencias pero termino centrando su intervención en la lealtad, asegurando que ?con el PRI hay que estar siempre?.
Dice el líder de los diputados priistas, Emilio Chayffet, que en su partido “sólo hay de dos sopas: apoyas al PRI o estás fuera de él”. Puede ser una expresión de brutal real politik pero así suele ser en la mayoría de los partidos políticos con rasgos autoritarios. El punto está en si se considera que el apoyo a un candidato presidencial debe interpretarse en forma automática como el apoyo a su partido. Por supuesto que en casos como el que acabamos de ver entre Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo la distancia es demasiado evidente, pero ¿la tesis de “las dos sopas” de Chuayffet se aplica a todos los priistas que no son madracistas?¿se debería haber aplicado, por ejemplo, a todos los madracistas que no apoyaron la candidatura de Francisco Labastida en el 2000? El mensaje es contradictorio porque ayer mismo Madrazo dijo que no habría ninguna purga en el PRI y el miércoles comenzó hablando en su discurso de toma de protesta como candidato presidencial de la tolerancia y del reconocimiento a las diferencias pero terminó centrando su intervención en la lealtad, asegurando que “no es posible escatimar o dar dosis de lealtad, se es leal o no se es, no hay espacio para la ambigüedad” y agregó que “con el PRI hay que estar siempre”.
Hay que hacer historia. Madrazo ganó la presidencia de su partido aliado con Elba Esther Gordillo con apenas un par de puntos de diferencia sobre Beatriz Paredes y buena parte de esa diferencia surgió de un solo estado: Oaxaca, donde José Murat atascó de votos para Madrazo las urnas en el proceso interno. No se cuestionó el triunfo de Roberto pero ello quería decir que por lo menos el 49 por ciento de los priistas apoyaba otro candidato. Ahora, incluso en la elección interna ante ese bulto (para utilizar el término boxístico) que era Everardo Moreno, es verdad que Madrazo tuvo más de 90 por ciento de los votos, pero por lo menos un 8 por ciento votó por Moreno, lo que en los hechos debería interpretarse como un voto antimadrazo y más grave aún, millones de priistas potenciales decidieron sencillamente no votar (en los hechos votaron poco menos de un tercio de los priistas que votaron en la competencia interna de 1999).
¿Quiere esto decir que la candidatura de Madrazo no es legítima? Por supuesto que no, pero si se hace la lectura correcta se debería aceptar que la estrategia que debe seguir Madrazo para encarar el 2006 no puede ser la de “las dos sopas” que enarbolan Chuayffet y muchos otros seguidores madracistas. Esta semana, pocas horas después de la elección interna, platicando con Madrazo, me decía que no sería así: que aceptaba que hubiera priistas que, por las razones que fuera, no les gustara su candidatura, pero que estaba dispuesto a que tuvieran un espacio trabajando en el partido y los sectores para que desde allí buscaran influencia y posiciones. No les pedía, me decía Madrazo, que lo apoyaran a él, pero sí al partido en general. Si se aplica la tesis de “las dos sopas” o el propio discurso de Madrazo del miércoles, no sería así, porque lo que dicen los duros del madracismo es que el apoyo al PRI está subordinado al respaldo a Madrazo. Y por eso, muchos comienzan a hablar de la purga, como una forma no de fortalecer a Madrazo, sino para tratar de deshacerse de enemigos internos o personajes que, siendo priistas, algunos de toda la vida, no son de su agrado. Y para eso, por supuesto, se basan en el caso Gordillo, pero van mucho más allá.
El único que podría y debería frenar esta acción depuradora, es el propio Madrazo. Es el candidato priista el que con claridad debe definir qué ofrece, antes que a la ciudadanía, a los miembros de su partido, hayan respaldado o no su candidatura. No hay otra vía si Madrazo quiere llegar con un partido más sólido a las elecciones. Esta es una historia de percepciones y de la misma forma que se está percibiendo que López Obrador sigue arriba en las encuestas pero cada día más cerca de sus competidores, perdiendo puntos en forma constante desde hace meses, también se ve al panismo mucho más unido en torno a Felipe Calderón (aunque por supuesto que existen diferencias internas en el partido blanuqiazul) que al PRI en torno a Madrazo. Y esa puede ser la gran diferencia a la hora de ejercer el voto útil para muchos electores.
Por eso, al tiempo que por la forma en que se dieron las cosas, en el PRI ya no hay lugar para Elba Esther Gordillo, nadie tampoco dudaría de que lo peor que podría hacer el priismo en estas circunstancias es aplicar la tesis Chuayffet de “las dos sopas”, ya que fortalecería la imagen de dureza e intolerancia que, con razón o sin ella, se ha ganado Madrazo y que, paradójicamente, sus aliados más duros que él, tratan de alimentar cotidianamente.
Más del caso Moreno Valle
El miércoles en la noche, Javier Moreno Valle, el principal propietario de Canal 40 quedó en libertad bajo fianza en Houston, por el proceso que le iniciaron al autoridades de ese país por haber violado las leyes migratorias. De esta forma, todo indica que Moreno Valle podrá afrontar en libertad condicional el juicio de extradición que ha iniciado el gobierno mexicano en su contra. Pero el tema seguirá yendo mucho más allá. Esta semana, el 14 de noviembre, televisión Azteca solicitó formalmente a la secretaría de relaciones exteriores, que cancelara o revocara el pasaporte de Moreno Valle, argumentando que al estar prófugo de la justicia y hasta que prescriba la acción penal en su contra, no puede gozar de ese beneficio y que al contar con pasaporte vigente “está en posibilidad de cambiar su domicilio y con ello continuar evadiendo la acción de la justicia”. Al mismo tiempo, la próxima semana Azteca ampliará la demanda por fraude de acreedores contra el abogado y representante de Moreno Valle, Javier Quijano y contra otro de sus acreedores, Isaac Saba y sus hijos. El punto es importante porque Javier Quijano es, además, el coordinador del llamado consejo de notables de Andrés Manuel López Obrador y pareciera existir la intención de alargar el proceso contra Moreno Valle para que se empalme con el proceso electoral y pasado éste, y si ganara López Obrador, abrirle el camino al propietario de canal 40 para solucionar sus problemas legales. En ese punto el engarce casi obvio sería Quijano y existiría un acuerdo al respecto con Saba y sus asociados. Evidentemente, el caso Moreno Valle se está acercando al proceso electoral y, por lo menos Quijano buscará que sea parte del mismo, porque el propio abogado defensor lo es. Y lo que está en juego es mucho, no solamente los adeudos que ha dejado Moreno Valle con sus acreedores.
Por cierto, cuando la semana pasada escribíamos que los adeudos de Moreno Valle rondaban los cien millones de dólares, alguno de sus colaboradores más cercanos nos informó que no era así. Que independientemente de otros adeudos que pudieran existir con trabajadores o con instituciones públicas, Moreno Valle le debía 15 millones de dólares a televisión Azteca, 10 millones de dólares a Saba; un millón doscientos mil a la familia Ibarra y otro millón de dólares a Kamel Nassif. Sus acreedores manejan unas cifras completamente diferentes: Azteca dice que Moreno Valle le debe 40 millones de dólares; el grupo Xtra de Isaac Saba dice que le deben13 millones; Francisco Ibarra que le deben 7 millones; Nassif cuatro millones y el adeudo con los trabajadores sería de 5 millones de dólares. Las diferencias son demasiadas, la politización de la historia también y la inercia de las autoridades abre el paso para que ese proceso siga avanzando sin que nadie tome decisiones de fondo.