La subasta de las alianzas
Columna JFM

La subasta de las alianzas

Dentro de quince días concluye el plazo para construir coaliciones de cara a las elecciones del 2006: el 10 de diciembre los partidos no sólo tienen que presentar al IFE sus propuestas de coalición, sino también presentar los acuerdos que se derivan de éstas y los programas electorales comunes. El PRD ya cerró con el PT, el Partido Verde sigue negociando con el PAN y PRI. En Convergencia no hay ninguna decisión tomada al respecto, en Nueva Alianza no hay noticias de lo que harán en el futuro inmediato, sin duda, dependerá en mucho de las decisiones que tome Elba Esther Gordillo y Alternativa Socialdemócrata tendrá que confirmar la candidatura de Patricia Mercado.

Dentro de quince días concluye el plazo para construir coaliciones de cara a las elecciones del 2006: el 10 de diciembre los partidos no sólo tienen que presentar al IFE sus propuestas de coalición, sino también presentar los acuerdos que se derivan de éstas y los programas electorales comunes. Ello implica que en los primeros días de la próxima semana, tienen que establecerse los acuerdos necesarios para tener tiempo para cerrar el proceso.

Quizás como nunca antes algunas alianzas pueden ser determinantes para el resultado electoral. Es difícil medir cuánto “vale” una alianza partidaria en una elección presidencial porque se deben tomar en cuenta muchos factores. En primer lugar que no se da una suma aritmética en torno al candidato, cuando dos o más partidos se coaligan: normalmente el porcentaje sumado baja porque en ello influye mucho la idiosincrasia del aspirante, en un contexto de comicios cada vez más personalizados. Segundo, porque lo que si puede cambiar la tendencia del electorado es que se vote por una coalición amplia, que va más allá de un partido: hay electores que por diversas razones, por ejemplo, podrían sentirse incómodos para votar por cualquiera de los partidos pero no por una coalición. Una de las razones que le dieron ventaja a Vicente Fox en el 2000 es que no se votaba por el PAN sino por la Alianza por el Cambio. Por el contrario; Labastida fue candidato del PRI exclusivamente y eso limitaba sus aspiraciones. Finalmente, en el mismo año 2000, el PRD hizo numerosas alianzas con casi todos los partidos pequeños, pero al realizarlas en forma indiscriminada, pagó un costo en prerrogativas y posiciones muy alto, que le garantizaron el registro a casi todos los partidos pero disminuyeron la presencia política y legislativa del partido del sol azteca.

Una alianza también libera a los partidos de muchos compromisos internos, incluso estatutarios, a la hora de definir candidaturas y le da mayor movilidad a los candidatos respecto a las estructuras partidarias para establecer acuerdos y decidir candidatos al congreso.

El PRD ya cerró con el PT, la que será muy probablemente su única alianza para el 2006, aunque todavía podría incluirse en ella, pese a que se lo ve muy complicado, al partido Convergencia. El PT, quizás el más débil de los partidos llamados pequeños, estuvo negociando largo tiempo, tanto con el PRD como con el PRI. Originalmente el equipo de López Obrador sólo les había garantizado el registro, o sea un dos por ciento de los votos y cuatro diputados (para formar un grupo parlamentario se requieren cinco). No se ha especificado cuáles han sido las bases del acuerdo pero, todo indica que la diferencia puede haberse dado con el otorgamiento de una diputación y una o dos senadurías extras.

Pero el centro de las negociaciones se está dando en estos momentos con el Partido Verde. La buena campaña de medios de Bernardo de la Garza, le han permitido al Verde crecer en su posicionamiento electoral que hoy está entre el 5 y el 8 por ciento. Dice De la Garza que ello implica unos 3 millones de votos. Quizás la cifra, sobre todo yendo en coalición, es exagerada, pero sin duda, el ecologista es un partido que sí puede aportar votos a cualquier coalición. Tanto el PRI como el PAN están disputando ese acuerdo. Hace unos meses no había demasiadas dudas de que el mismo ya estaba prácticamente arreglado con el PRI, pero las vicisitudes vividas en ese partido, pero también la derrota de Santiago Creel en el PAN, con el que el Verde había tenido una larga serie de desencuentros, modificaron las cosas. La relación de Bernardo de la Garza y de Felipe Calderón es buena y ello puede influir en las decisiones finales de un partido que está negociando muy caro su amor. Según el secretario general del PAN, José Espina, el Verde demanda para llegar a un acuerdo, por lo menos 17 diputados federales y cinco senadores, además de algunas posiciones en el gabinete, comenzando por la secretaría de Medio Ambiente. En una reunión con empresarios en el Club de Industriales, Felipe Calderón dijo el miércoles que si se daba un acuerdo electoral con el Verde, ya tenía resuelto el tema del secretario de medio ambiente, lo que implicaría que le ha dado el visto bueno a ese acuerdo. Pero la negociación dista mucho de haberse cerrado y la posibilidad de que el Verde termine coaligándose con el PRI no está descartada.

Pero eso no será, en ninguno de los dos sentidos, en las próximas horas: ayer, Mariano Palacios había asegurado que el acuerdo con el PVEM se firmaría el fin de semana, pero también ayer mismo Jorge Emilio González lo desmintió  y dijo que no habrá una decisión hasta que se reúna la asamblea nacional de su partido la próxima semana. No hay nada definido pero, sin duda, ese acuerdo, ya sea con el PRI o con el PAN, es el más sustancial de los que están pendientes.

En Convergencia no hay todavía ninguna decisión tomada al respecto. Primero se habló de ir con Jorge Castañeda, luego se habló de una suerte de lista de “notables” de los cuales ninguno aceptó la candidatura, antes se había hablado de la posibilidad del empresario Alfonso Romo, pero lo cierto es que en Convergencia no hay nada definido y mientras un sector del partido está proponiendo una alianza con el PRD, otro preferiría un acuerdo con el PAN, algunos, pocos, con el PRI y finalmente otro sector lo que está considerando es la posibilidad de lanzarse solos, lo que, con la configuración que ha adoptado el mercado electoral, se antoja por lo menos difícil. Convergencia puede ser un buen aporte de votos para el partido con el cual decida aliarse, pero para ello debe cumplir un requisito: sortear unido este proceso que le está resultando mucho más difícil de lo que pensaba.

Mientras en Nueva Alianza no hay noticias de lo que harán en el futuro inmediato y eso, sin duda, dependerá en mucho de las decisiones que tome Elba Esther Gordillo, este sábado el partido Alternativa Socialdemócrata tendrá que confirmar la candidatura de Patricia Mercado, que en las distintas encuestas, ha comenzado a figurar con índices que van del uno al dos por ciento. Sería por lo menos extraño que Alternativa decidiera buscar una candidatura diferente a la de Patricia: primero, porque es una muy buena candidata que logra conectar muy rápido y bien con públicos muy diversos sin abandonar sus principios, como lo demostró en sus participaciones en la convención del mercado de valores y en la reunión nacional de industriales. Segundo, porque comienza a aparecer en el panorama electoral sin que su partido haya invertido, hasta ahora, ni un peso en publicidad. Tercero, porque sería la única candidata presidencial mujer y ello tiene un peso específico que no debería ser desdeñado. Patricia Mercado puede y debe tener un lugar en el espectro electoral del 2006 por la sencilla razón de que ya se ha ganado ese espacio.

AMLO con los empresarios…estadounidenses

El candidato perredista Andrés Manuel López Obrador, ayer siguió criticando a los empresarios y como no había ido el martes  a la convención del mercado de valores, tampoco participó ayer en la reunión nacional de industriales, donde estuvieron todos los demás candidatos presidenciales. Ha dicho que no le seguirán el juego a los grupos de poder empresariales que lo han “ofendido” en los últimos tres años. Por eso sorprende que el presidente de la Cámara Americana de Comercio, Larry Rubin asegure que martes próximo López Obrador (al igual que Roberto Madrazo y Felipe Calderón) sí estará en una reunión con empresarios de esa cámara. La diferencia parece ser que sus anfitriones no serán mexicanos, sino estadounidenses. ¿Cómo explicará AMLO que no quiso reunirse con los empresarios mexicanos pero sí con los de EU?

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