La tregua no alteró las tendencias
Columna JFM

La tregua no alteró las tendencias

Hoy comienzan las campañas electorales, acabó la tregua, todos los partidos ya están preparados para la competencia e incluso ayer el IFE puso punto final (aunque aún falte el trámite respectivo ante el Tribunal Electoral) al conflicto en Alternativa, haciendo lo que tenía que hacer: reconocer como legítima la candidatura de Patricia Mercado y dando luz verde al inicio de su campaña.

Hoy comienzan las campañas electorales, acabó la tregua, todos los partidos ya están preparados para la competencia e incluso ayer el IFE puso punto final (aunque aún falte el trámite respectivo ante el Tribunal Electoral) al conflicto en Alternativa, haciendo lo que tenía que hacer: reconocer como legítima la candidatura de Patricia Mercado y dando luz verde al inicio de su campaña.

Para saber cómo comienzan los partidos las campañas, hay que evaluar cómo los trató la tregua. Ayer se conoció, publicada por María de las Heras en Milenio, la primera encuesta electoral levantada y dada a conocer este año. No hay sorpresas pero confirma las tendencias que ya se mostraban hacia fines de año. Según la encuesta de María, el candidato de la Alianza por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, estaría obteniendo el 37 por ciento de los votos, aproximadamente 12 millones (con una participación del 49 por ciento de la lista nominal); Felipe Calderón, por el PAN, obtendría 10 millones de votos, un 31 por ciento; y Roberto Madrazo quedaría en un cercano tercer lugar con 30 por ciento y 9 millones 600 mil votos. Patricia Mercado obtendría unos 500 mil votos, lo que la colocaría en el límite del 2 por ciento. Roberto Campa en los hechos todavía no figuraba a la hora de levantar la encuesta, entre el 12 y 16 de enero pasados.

La encuesta de María permite observar que López Obrador, de octubre a enero, ha perdido un millón de votos, mientras que en el mismo periodo Calderón ha ganado dos millones; que mientras AMLO ha perdido dos puntos, Calderón ha ganado seis y que en el PRI, pese a todos sus pesares, Madrazo se sigue manteniendo en la línea de entre los 29 y 30 puntos. La encuesta confirma, decíamos, la tendencia del proceso: López Obrador parece haber llegado a su techo electoral a mediados del año pasado y si bien se mantiene en la delantera, sigue perdiendo votos por goteo, pero en forma constante, ante un Calderón que, por el contrario, ha mantenido su dinámica de crecimiento desde que concluyó la elección interna en el PAN. Algunos analistas sostenían que la tregua afectaría sobre todo a Calderón porque le haría perder la racha alcista que había mostrado a fines del 2005: puede ser que la haya menguado pero en los hechos, su crecimiento entre los votantes no definidos o cambiantes, sigue siendo muy importante, pero, según De las Heras, también entre los electores estables del PAN, que han regresado a ese partido agregándole, en esa categoría, un millón de votos más al panista. También se debe destacar que el millón de electores cambiantes o no definidos que perdió López Obrador se trasladó, por completo a Calderón.

La tregua no modificó las tendencias que ya se presentaban al finalizar el año. Y si la misma continúa en la misma dirección y la diferencia entre López Obrador y Calderón son dos millones de votos, habría que estimar que entre marzo y abril ambas candidaturas se cruzarían, en un proceso muy similar al que se dio entre Francisco Labastida y Vicente Fox entre mayo y junio del 2000. Con un elemento adicional que no es despreciable: según diferentes estudios, mientras López Obrador y Madrazo ya son conocidos por casi la totalidad de la población, todavía un tercio de electores no conoce a Felipe Calderón, algo que sin duda podrá remontar en la campaña electoral, pero que sobre todo le da un potencial de crecimiento adicional, si no comete errores, muy significativo para los siguientes meses.

En el caso del PRI sorprende que después de tantos conflictos, se pueda mantener en un 30 por ciento. Es un muy buen piso para comenzar, como decíamos esta semana pero, al mismo tiempo, es un piso que parece ser también techo si la candidatura de Madrazo no logra avanzar entre los electores cambiantes. De todas formas, este resultado pareciera confirmar que el PRI, salvo que ocurra una verdadera diáspora a la hora de definir las candidaturas para diputados y senadores, no se desfondará como piensan algunos y mantendrá, por lo menos, un índice relativamente alto de votación. Con todo, no deja de llamar la atención que, por primera vez en su historia, al momento de iniciar formalmente una campaña electoral, el priismo aparezca en el tercer lugar. Para su fortuna la diferencia es relativamente menor, pero esa posición es un dato duro que no puede ser ignorado.

Hay muchos otros aspectos que se desprenden de la lectura de la encuesta. Por ejemplo, pese al alto costo político que les significó al PRD y al PRI, las alianzas con el PT y Convergencia en el primer caso, y con el Verde en el segundo, no parecen haberle aportado ni un voto a sus candidatos presidenciales, aunque les ha creado problemas por las numerosas posiciones que les deberán otorgar en las listas para el congreso a sus aliados. Como la ausencia de alianzas no parece haber afectado la campaña de Calderón. En última instancia buena parte del voto se decidirá, por una parte, por el perfil de los candidatos y también, si nos basamos en esta encuesta y en el posible índice de participación, por las estructuras políticas que puedan mover los distintos candidatos.

En el caso de López Obrador la lectura de esta tendencia desde semanas atrás, lo llevó a tomar dos medidas importantes: por una parte designó como coordinador de campaña a uno de los hombres que mejor conoce las estructuras internas del perredismo como Jesús Ortega y además, a integrar las llamadas redes ciudadanas al equipo de campaña. La apuesta por la pesca de personajes que abandonaran otros partidos, sobre todo el PRI y por la ciudadanización no alcanzaba para mantenerse y se decidió que era hora de tratar de fortalecer una estructura partidaria que en el perredismo es débil.

Algo similar está haciendo el PRI, que asumiendo que su posibilidad de crecimiento entre los electores cambiantes o no definidos es pobre, ha apostado a la estructura, quizás, en el papel, demasiado amplia para una campaña pero que, en realidad, se manejará desde un equipo pequeño que controlará el propio Madrazo. En el PAN, por el contrario, el desafío es otro: la campaña y su estructura están tan firmemente encajadas en el partido, que el equipo de Calderón necesita, para continuar su crecimiento, de figuras no panistas que reflejen ese voto decisivo de los electores cambiantes que es el único que lo puede llevar a la victoria.

Todo ya está puesto: a la medianoche de hoy, Calderón arranca con una conferencia de prensa y una campaña de spots, para iniciar formalmente por la terde, en el Toreo de Cuatro Caminos, un espacio tradicional del panismo, su campaña; Andrés Manuel debutará en televisión con su programa de 6 a 6.30 de la mañana y estará en Metlatónoc, considerado el municipio más pobre del país, en Guerrero. Madrazo, hará una guardia frente al busto de Colosio en Paseo de la Reforma y de allí irá a Ecatepec, en el estado de México, una de sus mayores reservas electorales. Campa lanzará también campaña televisiva y Mercado definirá, sobrepasada la tormenta, su campaña poniendo distancia de esos conflictos internos y de sus competidores externos, jugando con su propia agenda. Ahora sí comenzó la competencia real.

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