Y Calderón podría llevarse al nuevo PRI
Columna JFM

Y Calderón podría llevarse al nuevo PRI

Hoy fue convocado, de urgencia, el consejo político nacional del PRI para definir las fórmulas de candidatos a diputados. Ante el vacío que el propio priismo le ha hecho a un grupo de destacados militantes de vertientes renovadoras, Felipe Calderón se ha apresurado a hacerles una oferta política muy atractiva a miembros de ese grupo que incluye entre otros a Diódoro Carrasco. Definitivamente no es el único incluido en ese acuerdo electoral, que podría configurar el desprendimiento más importante del PRI en mucho tiempo.

Hoy fue convocado, de urgencia, el consejo político nacional del PRI para definir las fórmulas de candidatos a diputados. Ante el vacío que el propio priismo le he hecho a un grupo de destacados militantes de vertientes renovadoras, varios de ellos integrantes del grupo Enlace, Felipe Calderón se ha apresurado a hacerles una oferta política muy atractiva, a miembros de ese grupo que incluye, entre otros, a Diódoro Carrasco, ex gobernador de Oaxaca y ex secretario de Gobernación. Y definitivamente no es el único incluido en ese acuerdo electoral, que podría configurar el desprendimiento más importante del PRI en mucho tiempo.

Ello no es ajeno a uno de los fenómenos más interesantes de cómo se genera y ejerce el poder en nuestro país: el papel que comienzan a jugar distintos grupos sociales y económicos, que ocupan los espacios que el sistema político tradicional ha abandonado o ha perdido por falta de confianza de la sociedad en él.

El sábado Jorge Mendoza quedó en un lugar privilegiado en las listas priistas para el senado. Se ha especulado mucho diciendo que la suya es una posición de televisión Azteca. Podría ser, pero, para ser realistas, debería ser interpretada, por una parte, como una posición de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión, luego del papel que jugó Mendoza en la negociación de las reformas a la ley de radio y televisión, dentro y fuera de la propia cámara, y luego por la privilegiada relación que Mendoza ha mantenido a lo largo de los años con el gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás. Y es también la demostración de cómo un político se reconfigura en un personaje de autoridad mucho más amplia, cuando suma a esa historia un perfil y un espacio empresarial relacionado íntimamente con un sector tan representativo como los medios electrónicos de comunicación. La candidatura de Mendoza es una demostración clara de ello.

Con esa triple carta en sus manos, veremos cómo Jorge podrá jugar un papel que se diferenciará de muchos de sus otros colegas: porque como representante virtual de la CIRT (o por lo menos de un sector mayoritario de ella) podrá argumentar y negociar en su representación; como personaje cercano a Natividad será un interlocutor obvio para un gobernador que sin duda, sea cual sea el resultado del 2 de julio, tiene fundadas aspiraciones de cara al 2006. Y finalmente porque esa combinación, le dará un protagonismo entre los senadores que en el futuro, gane quien gane, deberá ser tomada en cuenta.

 Vamos a extrañar a Armando

También la semana pasada, el jueves en la madrugada, murió un hombre que no sólo era un político inteligente, culto y de principios, sino también con una visión política, económica y social privilegiada del país. Armando Labra trabajó en la administración pública desde muy joven y lo hizo imbuido de un espíritu progresista, de una generosidad y altura de miras envidiable. No recuerdo a Armando luchando por una posición de poder en sí misma; lo recuerdo sí, defendiendo sus posiciones con convicción pero sin terquedad; trabajando con gente y proyectos en los que creía, abierto, sin oportunismos, a los tiempos y las ideas. Tuve la suerte de conocerlo hace 25 años, cuando estaba en el Colegio Nacional de Economistas y nuestras vidas discurrían por caminos muy diferentes a los actuales. Lo encontré años después en Oaxaca con Diódoro Carrasco; repitió con éste en la secretaría de Gobernación y de allí se fue a su casa, la UNAM, como secretario técnico del consejo universitario. En todos esos lugares realizó un trabajo espléndido y dejó una huella indeleble, en lo profesional pero sobre todo en lo humano. Era un economista que entendía la política y que comprendía sin coartadas aquello de darle un rostro humano a la política económica. Se fue prematura y sorpresivamente. El país necesitará hombres como Armando. Descanse en paz.

PD: nos tomaremos unos pocos días de descanso. Regresamos a este espacio el lunes 17

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