La coalición se desvanece en el aire
Columna JFM

La coalición se desvanece en el aire

A pesar de los discursos de los últimos días, que rayan en el terrorismo ideológico, de López Obrador o quizás por eso mismo, porque el discurso es insostenible, los miembros de la coalición por el bien de todos han decidido abrir aunque sea muy parcialmente algunos cruces en el paseo de la Reforma y el centro histórico para aliviar, si eso es posible, la circulación en la ciudad. Pero en realidad esos cruces abiertos a medias son lo de menos. Lo importante son los gestos que se están generando.

A pesar de los discursos de los últimos días, que rayan en el terrorismo ideológico, de López Obrador (acusaciones a diestra y siniestra, incluyendo de corrupción a los miembros del Tribunal Electoral sin mostrar ni una sola prueba de sus dichos) o quizás por eso mismo, porque el discurso es insostenible, los miembros de la coalición por el bien de todos han decidido abrir aunque sea muy parcialmente algunos cruces en el paseo de la Reforma y el centro histórico para aliviar, si eso es posible, la circulación en la ciudad.

Pero en realidad esos cruces abiertos a medias son lo de menos. Lo importante son los gestos que se están generando. El anuncio de esa liberación de cruces no la hizo López Obrador, la hizo Marcelo Ebrard, según el futuro jefe de gobierno luego de un acuerdo con Alejandro Encinas. Casualmente, ambos son los mayores perdedores de toda esta historia de intolerancia y ruptura institucional que ha generado su ex candidato presidencial.

Hoy también comienza la inscripción de los diputados y senadores electos en el congreso y salvo alguna excepción, veremos como los 29 senadores perredistas y los aproximadamente 125 diputados de ese mismo partido se van a tomar la foto y registrarse para iniciar labores el 29 de agosto próximo. Será muy importante para saber cuántos elementos de cohesión quedan en el perredismo, ver cómo se eligen los coordinadores y quiénes son. En los hechos, los órganos de dirección del PRD no se han reunido desde el dos de julio y decisiones como el plantón y la resistencia civil han sido tomadas por una sola persona, López Obrador, en muchas ocasiones sin seguir el consejo, ya no hablemos de los dirigentes perredistas con los que mantiene una constante distancia, sino incluso de los miembros de su equipo de campaña. Y en el seno del partido existen divergencias muy profundas: tres de los gobernadores perredistas (Lázaro Cárdenas, Amalia García y Zeferino Torreblanca) no coinciden con López Obrador y su estrategia. Ello implica que por lo menos dos de las principales corrientes internas del PRD: la cardenista y la llamada del Nuevo Sol, de Amalia García, están alejadas de esa postura. La llamada Nueva Izquierda (conocida popularmente como Los Chuchos y que encabeza Jesús Ortega) tampoco parece estar plenamente de acuerdo con el curso de acción (la actitud de Zeferino Torreblanca podría estar causada también por ello y recordemos que los lazos de Juan Sabines, si gana Chiapas, también pasa por ese grupo), mientras que en el equipo de campaña los camachistas o el propio Ebrard, saben que están pagando un costo demasiado alto sin obtener beneficio alguno por ello. En otros casos, por ejemplo el de Ricardo Monreal, en el propio seno del equipo de campaña se insiste en que la idea de proponer que los legisladores no asuman sus cargos no fue del ex gobernador sino que hizo de portavoz de una propuesta del propio López Obrador. Y eso no le ha ganado puntos a Monreal que aspira a coordinar al PRD en el senado, contra uno de los principales hombres de Nueva Izquierda, Carlos Navarrete, que aparentemente tendría mayor cantidad de votos asegurados. En la cámara de diputados se presentará un conflicto adicional: todo indica que quien cuenta con mayor cantidad de votos de los futuros diputados es Javier González Garza, el único problema es que López Obrador lo habría vetado porque el ex funcionario del DF mantiene una buena relación con Cuauhtémoc Cárdenas, quien, una vez más, ha puesto públicamente distancia con López Obrador y su estrategia.

La coalición, con ello, ha comenzando también a desdibujarse: el domingo platicábamos el programa Séptimo Día con el actual coordinador de los diputados de Convergencia, Jesús Martínez Alvarez y el también ex gobernador de Oaxaca era enfático en la necesidad de que los diferentes partidos de la coalición se reúnan y tomen las decisiones correspondientes, criticó la estrategia adoptada y recordó que los partidos, todos, son instituciones de interés público, financiada por recursos públicos y que no pueden utilizar esos recursos para deslegitimar o enfrentarse a las instituciones. Legalmente podrían hasta perder el registro por ello, dice Martínez Alvarez, que sostiene que el PRD si no rectifica despilfarrará el capital político que ha obtenido. Y la misma línea sostiene que deberá seguir su partido, Convergencia, que cuenta con la nada despreciable bancada de 17 diputados y cinco senadores.

La posición de Martínez Alvarez tiene relación también con el conflicto oaxaqueño. La APPO abiertamente ha dicho que apoya las posiciones de López Obrador y éste jamás ha rechazado ese apoyo. Pero la APPO se ha radicalizado tanto, ha dejado que penetren tan profundamente en su dirección conocidos dirigentes del EPR que paradójicamente han afectado la causa opositora en el estado y alejan en lugar de acercar la posibilidad de un cambio de gobierno. Convergencia es el partido opositor que tiene mayor peso en el estado y Gabino Cué ganó las elecciones para el senado y buscará, sin duda, la gubernatura cuando sea su oportunidad, pero para ello no puede, no debe, ni él ni su partido, colocarse en uno de los polos. Por eso Martínez Alvarez también insiste en que se debe realizar un encuentro entre personajes representativos de todos los partidos y sectores sociales y dialogar para buscar una salida que, coincide, no puede pasar por la desaparición de poderes en la entidad.

Finalmente, esta misma semana saldrá la declaratoria de presidente electo del Tribunal Electoral y el Trife, según lo que hemos visto hasta ahora, deberá ratificar a Felipe Calderón en esa condición. Con ello se cerrará toda la etapa electoral y habrá que comenzar a ver hacia el futuro. Y el lopezobradorismo, por lo menos en su forma actual, comenzará a desgajarse en la misma medida en que debería volver a surgir el PRD en su lugar.

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